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Sucedió en un coche Relatos cortos en coche compartido

Convocatoria cerrada

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Un Viaje Exprés 

Compartir coche parecía una buena idea… al principio. Cuatro desconocidos, un coche pequeño y una hora de trayecto. ¿Qué podía salir mal? Todo, absolutamente todo. El conductor, un tipo llamado Paco, se veía confiado. Al arrancar, no pasó ni un minuto antes de que empezara a soltar un monólogo sobre las maravillas del coche compartido....

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El Cuarto Pasajero 

Guillermo Sieder

24/10/2024

—¡Nos olvidamos de Bara! —¿Nos olvidamos? —Federico miró por el espejo—. ¡No está, Pablo! ¡Nos olvidamos de Bara! —Volvamos a Piedra del Águila, cuando paramos para ir al baño, no lo esperamos. Todavía adormilado por el runrún del auto, me divirtió el que hubiéramos olvidado un pasajero, también me preocupó tener que dar la vuelta...

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Playlist Musical Democrática #61 

BELA

14/10/2024

Presiono el botón play y empieza a sonar The Trip de Still Corners. Cada vez que escucho música en el coche, me acuerdo de Sigfredo García, un conductor habitual de BlaBlaCar muy querido por su peculiar manera de entender el mundo. Al comenzar cada viaje, Sigfredo practica un ritual en el que propone elegir canciones por turnos durante el trayecto, con el objetivo de romper la barrera...

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LOS COLORES DE LA VIDA 

Álvaro Hurtado

03/10/2024

Si mi alma tuviese un color, sería el negro. Fiel reflejo de mi personalidad; introvertido, reservado, y escéptico con todo aquello que pretende hacer de este asqueroso mundo un lugar de felicidad y alegría. No creía en la verdadera amistad, ni en la solidaridad, y mucho menos en el amor. Más bien todo lo contrario;...

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Qué suerte la mía 

Thera

01/11/2024

La verdad, cuando me dispuse a buscar cualquier viaje en blablacar, no tenía ningún destino previsto, ni ninguna necesidad de desplazarme a ningún lado, excepto por el espacio reducido de mi terraza, para tomar un poco el sol, regar las plantas, y olvidarme para siempre del silbato. Pero me era imposible porque Elvira, la vecina,...

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Montar en ese coche cambió mi vida 

Alexandre Ramos

28/09/2024

Era un viernes por la tarde cuando subí al coche compartido de BlaBlaCar rumbo a una ciudad costera. No esperaba más que unas horas de trayecto y conversaciones triviales, pero el destino tenía otros planes. En el asiento del copiloto, con su guitarra al lado, estaba David, un músico que iba a tocar en un...

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!Pica caucho! 

roger galle

26/09/2024

La mayoría de los cuentos inician con la frase «Érase una vez», pero como este relato no es un cuento, iniciaremos con: «en una noche de la vida misma» un grupo de amigas, dos españolas y una venezolana, solicitaron un servicio de BlaBlaCar hacía Salamanca. Las amigas de nombres Carmen, Bertha y Rosa habían pasado...

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CUANDO LAS MADRES VIENEN A MADRID, ¿QUÉ ESPERAN? 

Paco Córdoba

26/09/2024

Ahí está. Surge del asiento trasero como un armadillo fuera de su hábitat, encogida, sonriente y vestida de flores. Te abraza y se enciende un cigarro. No le preguntas, ya te cuenta ella. Cuatro horas aferrándose al asidero de la puerta mientras la pizpireta y burbujeante organizadora de eventos le ofrece entradas a un festival...

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Error de cálculo 

Mario Morales

20/10/2024

El auto se detuvo en el punto acordado en la aplicación de viajes. Bruno subió y echó su mochila al asiento trasero. —¿Está bien si dejo ahí la mochila o pasaremos por alguien más? —Ahí está bien, no viene nadie más —contestó Elías, un tanto cortante. Como Bruno no estaba interesado en entablar conversación, no...

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Un calcetín solitario encima de una cinta americana 

Susann Mayer

03/11/2024

Lo primero que vi cuando me monté en el asiento trasero del Chevrolet con los parachoques abollados, fue un calcetín solitario encima de una cinta americana y un bote de vaselina. El único viaje disponible en BlaBlaCar desde este pueblucho empezó como una película de dos guiris metiéndose en un carro de narcos. Tuvimos que entrar por la única puerta no atascada. Nosotras primero, luego el conductor con su chaleco raído de cuero y al final su compinche con la melena recogida por una bandana. Mil pensamientos pasaron por mi cabeza. Regla número uno: Nunca subas a un coche con dos desconocidos en un lugar perdido. No me pude creer que mi compañera se quedara tan tranquila cuando le señalé mi descubrimiento. El colega del conductor tomó el último trago de whisky y empezó a pelar una manzana con su navaja. Escribí rápidamente unos WhatsApp con la descripción y matrícula del coche para que tuvieran una pista por si encontraran nuestros cuerpos en algún acantilado. Mi amiga sacó su tercer sándwich que había comprado durante la larga espera en el parking. Ni siquiera nos pidieron disculpas cuando aparecieron casi hora más tarde en el punto de encuentro en el polígono industrial. Con la música heavy metal a tope, salimos de la autopista a un camino rural. Alcé la voz algo temblorosa: “Vamos a Madrid directo, ¿verdad? ¡Tengo que dar una clase!” Se rieron. No sé si de mi miedo o de pensar en sus planes con nosotras. Intentaba recordar las llaves que aprendí en mi única clase de Aikido. Mi amiga se había dormido con la nana hardcore. Quedaba yo sola para defendernos. El colega peludo puso morritos al conductor reclamando un beso. “¡Ahora no! Ya nos divertiremos.” Mi pulso superó la velocidad máxima permitida, cuando frenamos de repente. “¡Nena, pásame la cinta americana!” Señor Chaleco salió, acercándose al maletero. Me estremecía con cada golpe en mi respaldo. Continuamos el viaje. Mr. Melena empezó a acariciar la pierna del chófer. “Cariño, ¿Dejamos a las chavalas en su trabajo?” El del chaleco asentía me gritó por encima de los ronquidos de mi amiga. “¿Dirección? No puedo entrar en el centro, pero qué más da.” Dando una vuelta en redondo, entró por las cuatro torres de la capital. Rápidamente, desperté a mi amiga. Cuando nos bajamos, los dos rockeros estaban apoyados en el maletero encintado, intercambiando besos pasionales. “Dejadnos buena reseña.”

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La sonrisa que nos unió 

En esta obra, un viaje en BlaBlaCar a Barcelona se convierte en una travesía emocional donde se entrelazan historias de esperanza, conexión y superación. A través de un encuentro inesperado, la protagonista enfrenta sus miedos y descubre la fuerza de la amistad, todo mientras espera un trasplante de hígado que cambiará su vida. Con toques de humor y momentos de introspección, esta historia revela cómo la vida puede sorprendernos en los momentos más inesperados.

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Uno, vaya y pase. Pero tres!!! 

Te cuento, todo empezó un sábado por la mañana cuando emprendí ese viaje compartido. La empresa pasaba a buscarnos por cada domicilio. ´Seríamos  cuatro pasajeros y el conductor. Fui la primera. Me senté detrás, tranquila, con la vista puesta en el horizonte. Luego subió un muchacho de no más de veinte años que se sentó...

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