Mantén al enemigo cerca, no dentro

Mantén al enemigo cerca, no dentro

Desiree Espinosa

30/07/2020

Mi peor enemigo tiene el cabello de color negro
y usa gafas de sol en lugares cerrados
pues es soberbio y mentiroso.
Bebe alcohol cuando siente que recupera su humanidad y,
prefiere creer que la felicidad está sobrevalorada.
Me manipula cuando elijo la vida
y me seduce para quedarme en la cama:
«cinco minutos más»,
«una hora más»,
«qué más da, hemos perdido una vida ya».

Vanagloria todas sus virtudes
pero lo he visto hacer trampa en el póquer con los trucos más sucios
y también elegir a los socios más desagradables.
Es vanidoso y necio.
En vano hacemos convenios de paz que constantemente necesitan ser renovados
ya que por la mañana apenas despierto
me declara la guerra de inmediato.

Ha llegado a decir que me odia
pero hay días en que eso no parece tan cierto.
Sin embargo se encuentra muy contento en el desdén
pues es lo que mejor le sale,
y es también su desquite más cómodo.

Nuestra relación es muy extraña,
nos peleamos y nos perdonamos,
ambos somos inestables;
conocemos nuestros actos.

Probablemente un día de estos muera por tanto cigarro
o por tanto veneno acumulado,
pero él siempre dice que visualiza su muerte a los treinta
en un accidente de auto.

Es un extremista
que detesta la idea de entregarse a alguien,
es un radical
que le escribe a los recuerdos y repele a los amantes.

Es fantástico venderme esta idea de un antagonista misterioso,
de un caótico anarquista,
pero la realidad es que tal enemigo no existe,
simplemente soy yo;
es la parte de mí que no me gusta aceptar
y al mismo tiempo la que más placer me da,
es la parte de mí

que si no erradico a diario

inevitablemente

algún día me destruirá.

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