Un día de mi actividad Burocratica

Llegó la mañana y la obligación laboral de iniciar las actividades de ese día miércoles del mes de las fiestas de las madres. Mayo,  qué decir de los acontecimientos y la alegría que todos teníamos por motivo del reconocimiento a nuestras progenitoras. Toda la oficina estaba en estado de éxtasis, las secretarias, funcionarias y empleadas en general eran felicitadas una a una, el apretón sincero y uno que otro morboso se veía en el ambiente. Entre risas nos disponíamos a iniciar la ejecución de nuestras tareas cotidianas. Nuestro entorno ya estaba fabricado desde mucho tiempo antes, Pilar la vendedora de frituras y bebidas gaseosas, Florentina que nos ofrecía los caramelos y chocolates para el descanso que nos tomábamos entre la jornada de trabajo, Rosaura vendedora de prendas íntimas de vestir, corsetería fina por catálogo y zapatillas de piel. Por supuesto que no faltaba Federico el típico charlatán que nos comentaba de los chismes de nuestro grupo, de los acontecimientos en los que se involucraba regularmente a los jefes de esa oficina gubernamental.

FEDERICO: Hola chicos, ¿saben que el día viernes vienen a auditarnos?

PILAR: ¿Como, que acaso no nos visitaron hace unos meses por los mismos motivos?

GENARO: Nuevamente vienen a jodernos, como que alguien dice que no desarrollamos bien!

AGUSTIN:  A  trabajar entonces, sacamos los pendientes entre hoy y mañana y ya estamos preparados para que nos revisen.

Que chinga con este tipo, nos quiere ver como sus esclavos y en pleno siglo XXI ya no debemos permitirlo, balbuceaba ROMAN entre dientes

Todo parecía haber salvado el momento de euforia de las felicitaciones y se regresaba a seguir con el cumplimiento de las actividades administrativas.  Las 10:30 horas marcaba el reloj de la oficina. Miren niñas lo que me ha llegado en este pedido, momento en que Rosaura abría la caja donde venían unas minúsculas prendas íntimas, los colores eran diversos y los modelos también, los había con bordes y sin ellos, pero el común denominador es que eran de altísima peligrosidad para la coquetería. Mira replicaba Hortensia, le encantará a mi marido estoy segura, pero déjame ver lo que me queda de fondos disponibles para unas nuevas compras… claro revisa, comentaba nuestra  oficinista y vendedora. Genaro que vivazmente escuchaba y comentaba a los otros hombres de la oficina sobre las prendas que Hortensia deseaba comprar… caray esta chica no entiende que con esas prendas solo revive en nosotros la burla, teniendo un cuerpo tan voluminoso, solo le sacara la risa a Toño su marido.

Saben amigos, vamos a los chocolates y a bebernos un café antes que llegue la hora de la comida, ya que nos quitaría el apetito y llegar a casa para disfrutar con familia la hora de nuestros alimentos, eso es de dicha.. comentario de Geovanny con toda intención de separarnos de nuestras agitadas y muy intelectuales actividades de oficina, leer correos, contestar peticiones, desarrollar proyectos y otras cosas más era de mucho cansancio.

Entre descansos y una que otra actividad burocrática, llego el momento de la despedida  y nuevamente aquellos abrazos de compañerismo que nos permitía  nuevamente el roce entre compañeros. Hasta mañana replicaba nuestra Directora, no olviden avanzar que tenemos auditoria, anuncio que se escuchaba con oídos sordos! Ya mañana sera otro dia, que mas importa.