La mujer del dormitorio flotante

Lo k

Hoy sumido en este profundo negro de la noche, siento el desgarrante sentimiento de lejanía con la mujer de mi vida. Acostado en el cuarto más cuadrado y grande que he visto en mi vida, siento como comienza a hacerse más profundo y enorme mientras espero que sean las doce de la madrugada.

Los perros ladran a lo lejos y hacen de esta obscuridad algo más penetrante y desconocido. Pienso que el imaginarla caminando hacia mí me provoca más de lo normal, con ese coqueteo en su sonrisa, deslizando sus manos sobre su cuerpo, el mirar el erótico movimiento de su cabello, soltando ese olor que solo ella tiene al anochecer. Debe de ser algún tipo de fragancia, pienso, mientras veo el color de su piel confundirse con la inmensa noche. Se fragmentan sus ojos y sonrisa como si fueran estrellas iluminando mi pensar, parece ser que la vida nocturna me hace delirar de más. Trato de volver a la realidad buscando el sonido canino que me sumió en esta falta de cordura pero no se escucha más. ¡Diablos! ahora como saldré de este sueño tan real, de este viaje por el mundo astral, pienso que ahora lo único que se puede hacer será disfrutar el viaje.

No sé por qué me vuelve tan loco pensar en ella. El gran dormitorio flotante se comienza a elevar al escucharla hablar…

Que hipnotizante voz, es el sonido más dulce y ensordecedor del mundo. Tal vez sea ese el sonido del universo en movimiento y sincronía con todas las galaxias. ¿Y ahora? Estoy envuelto en un viaje dimensional y pensar que la gente cree que no existen los viajes a velocidad de la luz. Quisiera que alguien pudiese ver lo inmenso que es el universo a través de ti, pero resisto, no todos tiene el privilegio de poder apreciar del buen arte.

Con esta velocidad comienzo a sentir calor, parece ser que nos acercamos a un sol, o será que tal vez sea solo el calor de tu agitada respiración. Trato de tranquilizarte acercándome, pero no es suficiente, el calor me agobia. Tomo tu cintura, pero al sentir mis manos sobre ella, no se puede tocar. Eres intangible, un espíritu libre, como un cometa pasando por la tierra, cumpliendo deseos increíbles.

Comprendo ahora porque eres el universo, las estrellas y el mismo sol. Tú no mereces ser poseída, debes ser apreciada como algo desconocido, algo que da miedo solo de pensarlo, como si esta obra hecha por los dioses fuese la última que se podrá ver por única vez en el mundo. Que suerte la mía, pues, apareciste en el gran dormitorio flotante o… ¿Yo aparecí en tu flotante universo? Qué paradoja, pero aun así disfruto flotar viendo como sigues siendo la perfecta noche.

Después de horas de inmensa aventura, al fin decides tocarme con esa fría corriente de aire. Vaya, jamás sentí algo como eso antes, me erizo la piel. Si tan solo supieras que me encanta el frío nocturno, se que no me estarías lanzando ese torrente de viento. Al escucharme decir eso sonríes, y repentinamente el cuarto deja de flotar. ¡Dios mío caída libre!

Sentir una caída libre sin paracaídas es más fuerte que disfrutar el flotar. Me preparo para mi irremediable muerte, tan impredecible como siempre. Lo más curioso es que al pasar unos segundos sientes que ya no estas cayendo y mucho menos sin luz para ver donde termina el camino. Siento como un choque eléctrico en todo mí ser, creo que por fin toque el suelo. ¿Será que esa es la sensación que todos tienen al morir o algo me detuvo? No lo sé pero sigo respirando.

Se escucha un sonido, no para y me molesta, creo que proviene del choque anterior. Reacciono, es mi pequeña alarma recordándome que son las 12 de la noche. Pero que ha pasado, solo pasaron unos minutos y yo vi pasar un viaje cósmico frente a mis ojos, recupero la conciencia y me pregunto, ¿por qué flotó el dormitorio? ¿Por qué ya te difuminaste en la noche?

Esta penumbra me hizo descubrir lo hermoso que es apreciar las estrellas, la noche, el sol, el viento y hasta el mismísimo universo. Por qué sé que cuando estoy contigo, el solo mirarte me hace ser el astronauta que solía soñar cuando era niño, y después, al no poder verte, espero en total obscuridad a que el reloj de las nueve de la noche, comenzar a ver el cuarto flotar y encontrarte en todo lugar en este increíble viaje dimensional.