La esperanza de volver a verte

La mirada fija hacia la calle por donde lo vio alejarse. Su corazón ilusionado que no deja escapar la esperanza de verlo regresar de nuevo. El hambre acechando su cuerpo que ya empieza a reflejar las siluetas del abandono. El pelo enmarañado y sucio que ya cubre unos ojos cansados de esperar.

Ya son varios días sin moverse de allí, de ese andén donde lo vio por última vez y del que no se mueve porque teme que en el momento de hacerlo su gran amigo regrese y ya no lo encuentre. A pesar del frío y el hambre, se ha mantenido inerme viendo la gente pasar y buscando en cada rostro aquella figura conocida.

Pero su gran amigo no volverá. Ha decidido viajar a otro país y ante la imposibilidad de llevarlo consigo lo ha abandonado en ese andén del centro de la ciudad. Un andén del que Lucas no se moverá hasta que la muerte lo aceche y detenga su pequeño corazón canino en medio de un último ladrido desesperado que se perderá en el bullicio de una ciudad donde su amo ya no está.