Cuando yo era un Cipote (un niños), El salvador en los años ´90

Cuando yo era un Cipote (un niños), El salvador en los años ´90

Ismael Lopez

07/05/2017

Es raro que alguien tenga recuerdos desde los 3 años, pero cuando hago uso de la memoria, siento recorrer por mi espalda ese líquido caliente que muchos años después supe que era semen…

Al parecer, mi vida había sido escrita en piedra y estaba destinado a ser lacra de la sociedad.

Tenía tres años cuando me violó un tioabuelo, con cinco otro pariente se masturbaba frente a mí, y se llenaba los cojones con miel haciendo que un mapache, los chupara. Mi primo y yo nos tocábamos, me introducía el pene, era muy pequeño, no me hacía nada, cuando yo le propuse hacer lo mismo, aceptó, cuando me puse sobre él, soltó semejante pedo que me dieron ganas de vomitar y él salió riendo. Para entonces, vivía con mi abuela luego volví a vivir con mis padres, pero la pobreza era tal que mis padres trabajaban de sol a sol y tuve, con 7 años, aprender a limpiar la casa, lavar, planchar, cocinar y cuidar a mis hermanitos pero había un detalle si las cosas no estaban hechas y los niños limpios pa´ cuando él (mi papá) llegara, pobre de mí, mejor me hubiera sido no nacer…

Aparece entonces una figura que ya, siempre formaría parte de mi vida, “El verdugo” (él de 14 y yo 7 años) comienza pidiéndome azúcar, luego sal y entonces descubre que estoy solo por las mañanas, mi hno estaba en kínder y de la niña se encargaba la vecina. Sus Palabras cálidas, enrolladoras nosé de qué estaba hablando pero parecía que cuanto más insistía, me estaba ofreciendo la experiencia más hermosa de toda mi vida y que la marcaria hasta el día de mi muerte. No recuerdo haber dicho que sí, solo recuerdo un dolor como un puñal. Tapada mi boca, gritaba en el silencio y me decía que iba a terminar, pero los segundos se convirtieron eternos. Con el tiempo el dolor disminuyó, los días se convirtieron en años. El daño físico hubiera sido fácil de olvidar, pero sus palabras: bésame en la boca, ¡qué asco como podes besar a otro hombre!, acaríciame, ¡no me toques entre hombres no se tocan!, ponte este vestido, ¡tienes buen culo MARICON!, marioneta fui para sus antojos. Resultaba curioso todo lo que me hacía y me decía, nunca protesté, se encargó de hacerme creer que todo lo que hacíamos era “NORMAL”.

No hay nada más grande que destruya la autoestima de un niño que sus propios compañeritos de la escuela: “mira ese maricón como camina”, “este ha de ser maricón por cómo se viste”, “ve la chiquilla bonita solo con niñas se lleva como es una de ellas también” ”aquí tengo tu choco-banano para que lo chupes” “porque eres así, gente como tú me da asco, no deberías existir, eres la vergüenza de tu papá” “no puedo trabajar contigo porque todos se burlan”.

Nosé, si mis padres se dieron cuenta, pero nunca me sentaron para enderezar mis pasos y explicarme como es el mundo, me formé a mis anchas y a lo que podía entender a mis escasos años. Un día llorando hable con mi verdugo, él me consoló, me explicó que la gente está loca, que todo lo que hacíamos estaba bien, “todos lo hacen pero en secreto como lo hacemos nosotros”

Nunca entendí porque me señalaban, yo camino normal, no cojeo, mi ropa es normal como cualquier otra, si solo hablo con niñas es porque los varones no me dejan entrar en su círculo, además sus juegos son ridículos, hacen apuestas estúpidas y solo hablan de tetas y culos. Esta era mi discusión conmigo mismo.

Mientras tanto, mi verdugo era puntual, tenía diarrea, y pedí clemencia, ese día me lo hizo 3 veces, Los jugos gástricos ya me quemaban el ano y aquello era como restregar una herida abierta con un cepillo de lavar ropa… “no lo quiero a hacer nunca más” le grité, él dijo “te voy a dejar descansar unos días” era semana santa y se fue a vacacionar, pero terminaron y ahí estaba puntual.

La pesadilla en la escuela cada vez fue peor, mi hno crecía pero nadie le obligaba a hacer nada, jugaba en un equipo de futbol, mi padre les compró una caja de gaseosas a pesar de que perdieron y a mí nunca me visitó en la cancha porque me gusta el softball que en mi tierra está considerado el deporte de los maricones. Mi madre se empeñaba en que nunca nos faltara nada, su afán era conseguir dinero para que en el futuro pudiéramos tener una vida más digna y con estudios.

Un día mi verdugo se cansó de jugar conmigo y me dijo: “te quieren conocer”, puedes escoger ¿izquierda o derecha? los dos son muy grandes, pensé, pero izquierda es menos grande (error fatal) aquel macho tenía una verga que no cabía en mi boca, mi verdugo lo tenía todo preparado para ver como aquel me hacía pedazos. Nunca me penetró porque no me cabía, “como no pudiste entonces con el de la derecha”. Y como estúpido obedecía sin protestar, ya estaba metido hasta las narices en este rollo que no había marcha atrás. Entonces mi verdugo le dijo al de la derecha, que me podía buscar en mi casa por las mañanas. Hombre diez años mayor, le gustaba tocar mi cuerpo, su pene es pequeñito, cuando lo hacía no me dolía, es más le fui cogiendo gusto que empecé por primera vez a sentir placer.

Hubo una vez que pensaba en él, en las veces que había llegado a mi casa, era más puntual que mi verdugo, en mi mente llovían imágenes de cómo me acariciaba, sus pujidos emitidos en mi oído cuando estaba encima de mí, cuando me apretaba con fuerza y me hacía estremecerme. Mientras pensaba, un estallido, una explosión, sacude mi cuerpo, vi luces, estrellas, fue maravilloso. Cuando volví a mí mismo, mi abdomen estaba lleno de un líquido (semen). Ignorante de lo que era una masturbación quedé en shock pensando que quizás había enfermado.

Nunca supe porque mi padre me odiaba, nunca dijo te quiero, nunca me dio un abrazo, mis piernas sangraban literalmente cuando me pegaba cualquier excusa era buena para hacerlo (él creía que así me podía quitar lo maricón), mi mama me lo quitaba de encima porque me hubiera matado a golpes, “no llores” me decía, no lloro por él, mama le dije, entonces porque dijo, “lloro porque odio mi vida” , “cuéntame” me dijo, para qué, no puede hacer nada le dije.

Mi verdugo se había alejado de mí, porque encontró diversión en otro lugar, pero le contó a unos vecinos de la calle, lo que hacía conmigo, un día uno de ellos me dijeron “sé lo que has hecho con tu verdugo y si no lo haces conmigo y mi amigo se lo vamos a decir a tu papá” entonces yo ya tenía más conciencia de cómo era las cosas de la vida y estaba harto de los golpes de mi padre. Hice todo lo que ellos quisieron a condición de su silencio. Me hicieron pedazos y para excitarse más, habían puesto una película porno, después de varias sesiones me dijeron: “el dueño de la película quiere que vayas a su casa”. Y fuí.

Llegué a un punto en mi vida que ya no podía más, se burlaban de cómo me vestía, como caminaba, de mis amistades, vivir con esa tortura, no era vida, mi verdugo confundiéndome, todas las responsabilidades de la casa, mi padre pegándome, que lo que más me dolía era su silencio, es el que me trajo a este mundo y piensa que con darme de comer y ropa es como se construye la autoestima y la sexualidad de un niño. Los golpes los olvido pero su falta de instrucción y saber que era conciente de lo que me pasaba y no hizo nada, me llevó a razonar “si mi vida va ser así, no tiene sentido vivir, esta lucha que llevo ya me dejó sin esperanzas, cada vez desciendo más al infierno”.

Veneno no! muerte muy lenta, necesito algo rápido y seguro me lleve a la dulce muerte… ahorcado no!, luego como un chispazo se me ocurrió, si me tiro del puente cabeza abajo me desmayaré del golpe y el rio me ahogará, llevará mi cuerpo lejos, las aves me comerán así nadie me encontrará, “ya está, así sea”

Y a todo esto donde estaba Dios???

Iba a la iglesia pero no caben los maricones, porque a un lado están los “hombres” y al otro las mujeres; Me invitaron a una reunión en una casa y yo le dije a la hna. “Si yo lo que quiero es morirme, ¿para qué voy a ir?”. “Si te matas te vas a ir al infierno” me puse a reír y dije “¡a la puta! ni matándome voy a tener paz, estoy aquí es un infierno y si me mato voy al infierno”.

Llegó el día, limpié mi casa, hice lo de siempre y hablé con mis hnos. Les dije que ya se podían cuidar solos, que no me necesitaban (porque muchas veces pensé en la muerte pero ellos me detenían porque era muy pequeños, los ame como que fueran mis hijos)

Salí. El camino se hizo largo, “creo que este es mi día”, nunca había estado tan solo ese puente y al verme parado en la orilla y saber que ya no tenía más camino que el abismo, lloré y me sentí tan solo y desesperanzado, podía sentir las garras de la muerte que me acariciaban con una suave brisa.

De repente su halon fue tan fuerte que rebote en el suelo, ¿qué estás haciendo? grito, “No hay nada imposible para Dios”, él puede ayudarte, llorando dije: “déjeme que si existe un Dios nunca se ha ocupado de mí, y si existe necesito que me ayude a morir para que se acabe este sufrimiento, ya no tengo arreglo mi alma está rota”, Me dijo: “solo dí que es lo que quieres que Dios haga por vos y él lo hará.” “Ya no quiero vivir, mi vida es nada” en ese momento levanté mis ojos al cielo y entre en éxtasis como en una dimensión desconocida donde solo estaba yo y nadie más, todo se volvió negro a mi alrededor y apareció una luz en el cielo y me pude ver. Ví que estaba asegurado con, lazos, cadenas, hilos, alambre, que me rodeaban hasta el cuello y no me dejaban respirar, Grité: ¿Por qué permitiste que me pasara todo lo que he vivido, porque mi padre no me ama? si puedes matarme ¡mátame! porque se me terminaron las fuerzas de seguir, pero si existes por favor cámbiame, de tal manera que ya no exista yo, que vean a otra persona en mí, porque si no es así, terminaré matándome” Una mano de luz, que tocó todo mi cuerpo y las cosas que me ataban caían a mis pies como arena y el viento se los llevaba. Nunca había sentido semejante paz y mi cuerpo brillaba como la luz y me sentí libre; grité sálvame, sé tú mi Señor, te recibo en mi corazón. Terminó la visión que experimenté en ese momento.

Mágicamente la gente me vio diferente, todos me felicitaron, cobré reconocimiento, en clases fui uno de los mejores, en bachillerato me respetaban y me tenían en alta estima, me gradué con muchas medallas ganadas.

Me gradué de la mejor universidad de mi país, Dios me concedió la mujer más hermosa de la tierra, le propuse matrimonio, con un camino de pétalos de rosa, arrodillado con un anillo y una cena a la luz de la luna. Boda en la playa con más de 200 invitados. Nunca pensé ser tan feliz en la vida, hoy solo quedan aquellos recuerdos que los doy como testimonio.

Hoy un pedacito de mí, ya da sus primeros pasos en un mundo inundado de mucho amor.

El final feliz si existe!!!

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