y entonces estaba ahí, respirando profundo y tocando suavemente el paladar mas rico entre los paracaidistas, así es, las nubes, mirando hacia abajo el mas delicioso desestresante de los deportes extremos, con el arnés en mis pulmones y en mi garganta lista para empezar el grito de jubilo hacia la vida y el mas feliz sueño desde pequeño.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS