Abracé la soledad con tanto ahínco, que en ese abrazo estaba dejando sin aire mi alma.
Entonces entendí, que estaba realmente sola, muy sola….
(Los principios dan miedo, sin embargo, lo más importante es el camino que recorramos. Que sea productivo y feliz, porque los finales siempre son tristes).
Fueron las palabras del hombre, que hoy es mi amor. De ése, que tiene un futuro trazado junto a mi.
Estuve de acuerdo con su proverbio ¿para qué analizarla? no iba a perder tiempo, ya estaba cansada de caminar sola.
Iniciamos un viaje a lo desconocido, que hoy día, aún seguimos avanzando tomados de las manos. Con algunos tropiezos, pero con los misma ilusión.
Lo invité y le permití que reparara mi columpio, que lo pintara de colores alegres, y, aseguró las cadenas.
Hoy me empuja suavemente me sostiene con delicadeza, y besa mi frente. Ahora tengo compañía, ya no estoy sola.
He aprendido a levantar los pies del suelo y siento que puedo (volar de nuevo) ¡¡puedo volar!!.
Hoy las candilejas desfilan, alumbrando el camino que nos hemos trazado andar juntos.
Desde entonces tengo los abrazos llenos y pintada en el rostro la alegría de sentirme viva, ya mis noches de insomnio, ahora no son por soledad…
Me dejo enamorar cada día, porque vale la pena, vale el riesgo.
Me gusta mi presente, porque al sumarle mi ayer, tendré un resultado positivo para mi mañana.
Hoy me quedan cortos los brazos para abrazarlo, pero no de ganas, para tenerlo siempre abrazado.
Amarelis/Mingo
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