Camino por mi pueblo mirando sin observar, sólo pensando. Largas calles que no acaban porque continúo buscando respuesta con mis pensamientos ¿Respuestas donde están? No lo sé y creo que no la hallaré, porque cuando creo tenerla algo me hace desistir o caer en las dudas otra vez.

Me encuentro en mí andar un hombre sucio, con barba, mirada triste, caminando y me pregunto: ¿Qué le hará caminar sin rumbo? ¿Será que piensa también y duda en sus pensamientos? Y me digo: como él no quiero llegar en el bucle de la vida. Despertar de la realidad donde nos han metido y nos encontramos durante miles de años en distintas civilizaciones antiguas, caminaron pensando y muchos se preguntaron sin encontrar.

Muchos lucharon por sus pensamientos transmitiendo a otros para despertarlos también de su verdad, que al principio lo seguía, pero que luego cuando la muerte, dolor y tristeza llegaba lo negaron y de él se alejaron, traicionándolo. Sólo unos pocos lo miraban desde lejos por temor a que creyeran que igual a él pensarán y de la misma forma murieran.

¿A dónde vamos en estas calles que caminamos? Algo me dice que ya antes he pasado por situaciones parecidas aunque en tierras distintas. ¿Por qué pienso que mi entorno no es el mismo? Pero, soy la misma.

Calles limpias, sin tanta arena ni basura puedo recordar, vestimenta distinta con la que lucía llena de luz y resplandor. Y me digo: ¿Por qué lo que veo no me agrada y quiero cambiar? Pero, ¿cómo? Temo en hablar con otros de lo que me sucede o suelo pensar, ya que creo que cada quien le llegara su hora de entender su bucle y despierte en su realidad.

Ahora mis calles no son igual, pero si su gente, quienes hacen una y otra vez lo mismo cada mañana. Y yo igual, camino al trabajo encontrándome los niños que a la escuela van, unos llorando porque sus padres los obligan a ir cuando muchos temen o simplemente no desean continuar con situaciones que sus propios padres ya vivieron. Y me pregunto: ¿si en el hogar no podrían aprender? Que tanto necesitamos o queremos o simplemente queremos lo que nos han enseñado a querer o nos han programado en nuestras mentes.

Yo, deseo caminar por verde pradera y detenerme en un arroyo para mojar mis pies y escuchar sus bellos sonidos de armonía, paz y amor. De repente escucho un sonido que perturba mis sentidos. La velocidad de un automóvil con su corneta me despierta en donde estoy y debo continuar. Trabajando día a día para comprar con el dinero que me gano de mi jornada alimento, vestimenta y calzado para continuar el ciclo de la vida donde estamos todos metidos. Pero eso sí, mi mente con mis pensamientos es libre de pensar, creer y soñar en mi verdad. Existe libertad en mis pensamientos en el bucle que vivimos y sé que allí me encuentro repitiendo una y otra vez situaciones ya vívidas hasta que pueda hallar la manera de cambiarla, pero favorable a mí y a los míos. Porque no permitiré que mi mente sea esclavizada, porque mi conciencia esta despierta de la realidad.

Aunque no logre que otros entiendan, sé que no estoy sola y continuaré con mis pensamientos conscientes, tomando lo que realmente requiero y desecho lo que no necesito para poder vivir libre.

Debemos navegar y prosperar en nuestro futuro con seguridad. Toma el control de tu vida aceptando tu realidad, pero trabaja para mejorar y realizar tus metas no lo que quieren o tengan los demás, sino lo que te dará la felicidad. Camina por las calles de la vida buscando mejorar.

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