hoy he tomado una decisión, analice cada paso que he dado en mi vida y hoy tengo la valentía de sentarme frente a este escritorio y contarte como cambio mi vida,como pase de la muerte en vida a vivir mi vida, y se que tal vez estés en una posición similar, en ese caso mi historia no comienza pero si dio un giro así.

hace unos años me encontraba atravesando una difícil etapa, aunque si me lo preguntas la verdad no tenia problemas simplemente tenia un vació, ese incomodo momento donde no encuentras nada que te haga feliz, así que pensaba que mi vida no tenia sentido y que debía tomar un tiempo para mi, un tiempo a solas y viajar a un lugar desconocido a tener nuevas experiencias, o eso fue lo que quería que creyera mi familia, confieso que mi verdadero plan era ir a Asia, ya que pensaba que en ese lugar lejano nadie me conocería y no entendería el idioma de nadie y podría quedarme en un hostal y comprar unas cuantas botellas de vino que me hicieran perder la razón y acabar con mi vida lejos de mi hogar.

Cuando por fin llegue al aeropuerto de Singapur, recuerdo llevaba un buzo blanco y un short de jean con rotos, mi calzado era un par de zapatos tenis blancos aunque a decir verdad eran mas color mugre y mi caballo lucia un peinado bastante despeinado, esperaba mi maleta cuando sentí una presencia a mi lado, esa fragancia que me paralizo… era un hombre delgado mas alto que yo cabello castaño un tanto crespo, ojos claros como la miel y un tono de piel bronceado, cargaba consigo una tabla de sur y aun esperaba una parte de su equipaje, el noto inmediatamente que estaba paralizada observándolo, me miro fijamente y rió exclamando un – que tal bonita – yo no conteste nada pero se que mi cara de apenada fue mas que suficiente y sirvió para avergonzarlo delante de otros chicos que reían por que había sido ignorado, no se por que me paralice no se que causo en mi aquel hombre solo se que fue un sentir demasiado extraño, tome mi maleta y me aliste para irme lo mas rápido posible de aquel lugar.

llegue al hostal desempaque unas cuantas cosas y pensaba en que esa noche seria mi ultima noche y que ya estaba lista, así que fui a comprar unos vinos luego iría a la playa, tomaría unas cuantas copas viendo la puesta de sol y me iría al hostal tomaría unas pastillas y mi karma acabaría.

efectivamente mi plan marchaba bien sentía la arena y las pequeñas olas que llegaban a la orilla acariciando mis pies descalzos, al caer el atardecer ya no habían muchas personas en la playa, y junto a mi se sienta un hombre con esa misma fragancia y exclamando nuevamente – que tal bonita, ¿esta vez tendré una respuesta?- sonreí y continué mirando la puesta de sol, le conteste con un -hola- seco, no entendía por que alguien que acababa de conocer generaba tal corriente en mi y yo ya tenia planes y me rehusaba a cambiarlos, no podía permitirme esto, aun así hablamos un par de horas y el logró hacerme reír a carcajadas y me preguntaba mentalmente hace cuanto no lo hacia, después de un rato mas la velada acabo y decidí marcharme a cumplir con el propósito de mi viaje.

al llegar al hostal puse mi canción favorita y tome una ducha salí con la bata de baño y me recosté sobre la cama con una cantidad de pastillas en mi mano mire al techo unos segundos y tome fuerzas para hacerlo, me senté en el borde de la cama y me disponía a llevar la mano con pastillas a mi boca mientras en la otra mano sostenía una botella de vino, de repente sentí unos golpes a la puerta, me hicieron exaltarme y la botella de vino cayo al piso con algunas pastillas, pensé que el hotel tenia cámaras y me habían descubierto, me abalance sobre la puerta y abrí rápida y nerviosamente, era Pablo, el hombre que había conocido hoy, con una gran sonrisa dijo que te puse nerviosa bonita? pareceré psicópata pero te seguí y traje una rica pizza, que oye bonita eres muy tímida y capaz que no te vuelvo a ver así que en mis planes están unas excelentes vacaciones conociéndote, pero cuando termino de decir esas palabras su sonrisa fue apagándose y comprendió aquella escena, donde observaba botellas de vino por la habitación y unas pastillas en el suelo y otras en mi mano y mas aun las lagrimas que corrían por mis mejillas, entro sin permiso y miraba todo confundido, volvió hacia mi y me miro, me abrazo tan fuerte y seco mis lagrimas, exclamo que ningún problema era tan grabe como para desaprovechar una pizza.

debo confesar que ese hombre tal vez es mi ángel guardián, o simplemente era mi destino pero llego en el momento exacto para hacerme valorar tantas cosas que habían perdido su significado, para hacerme sonreír por las cosas mas simples y sobretodo para que viera el valor tan grande que tiene la vida, hoy después de 7 años ese hombre sigue a mi lado y estamos esperando una bebe y esta es una gran experiencia de la que me pude haber perdido 7 años años atrás.

hoy agradezco ese – que tal bonita – que me saco de mi vació mundo y me trajo de vuelta a la realidad.

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