HISTORIA DE TRABAJO

Eran los años 70. Mi nueva vida empezó. La profesión que escogí es bella y de gran responsabilidad, no es de sanar cuerpos, es la de formar mentes y almas. Un médico puede matar aun ser humano, un mal profesor mata toda una generación. El trabajo con la mente y el alma es mi deber. Es cultivar delicadas flores con pasión, amor y dedicación.

Estuve sentada durante tres horas, esperando que hicieran la distribución de las aulas. Mi condición de maestra accidental, cubría una licencia por maternidad, hizo que me relegaran el cargo como finalista de las entregas. Me estremecí al pensar que ese mismo día me haría cargo de un grupo de niñas. El temor y sobresaltofueron decreciendo a medida que pasaban los minutos.

A las diez de la mañana me hice cargo de un aula de sexto grado. Comprendí al mirar esas caritas lo difícil que iba a ser mi trabajo, el gran compromiso que cargaría en mis hombros.

Subí a este salón no en compañía de la Directora como debía ser, sino con una señorita de hablar no muy adecuado, de aspecto severo. Me presentó a las niñas brevemente y me dejó frente a este tumulto, que me escudriñaban con sus ojos como buscando algo en mí, no sé qué…

Con una carga docente de 50 niñas. Incómodamente sentadas, tres en una carpeta bipersonal. Un salón pequeño con cuatro puertas, dos de ellas como ventanas. De una de ellasse veía la calle, cielo gris, casas,construcciones y negocios. Dos pizarras de madera raída y desteñida donde la tiza no se deslizaba sino chirriaba. Un pupitrecon dos sillas. Un armario destartalado con folders,libros descoloridos y demás cosas de uso pertinente a la situación.

Lo primero que hice fue presentarme y contarle algo de mi trayectoria Universitaria, luego hacer ejercicios tontos para pasar la mañana.

Pasaron los días y me fui acostumbrando a la rutina y particularidades de la escuela. Me incomodaba la desorganización y el descuido de esa vieja casona a punto de caer. Construcción de quincha, colonial, poco mantenimiento en toda su infraestructura.

No se podía contar con los recreos al aire libre por temor a un derrumbe, haciéndolo en las aulas. Además me enteré de sus métodos y prohibiciones. El programa exigía cumplirla y ese era mi dedicación diaria.

A medida que los días transcurrían, me daba cuenta de las mentes ágiles, de las tardas y torpes. Tenía una dote especial para detectarlas y clasificarlas.

Edith una niña vivas, hacia preguntas inteligentes y captaba los conocimientos con facilidad. Teresa y Patricia dos inseparables amigas que la elección a la presidencia casi rompe esta amistad, dos líderes en potencia. Gladys de unos enormes ojos pardos con su lentitud en la escritura e incumplimiento de tareas. Ruth y sus ademanes de sabionda. Teresa con su timidez pre adolescente. Susana la traviesa, malcriada e inquieta niña loca, la despreocupada y mimada hija de mamá. Amelia la adulona, melosa y fastidiosa niña de anteojos grandes y movimiento rítmico al hablar. Amelia Cristina culebrita loca o tripita loca, miope que al acercarse demasiado a las pizarras se pintaba la nariz, y se movía contantemente molestando a sus compañeras.

En poco tiempo gane la confianza de todas. Ven en mí no a la maestra mandona, autoritaria, déspotas. Ven en mi la comprensión, la bondad y serenidad. No quiero tratarlas al rigor, quiero que entiendan sus obligaciones a las buenas, sin castigos ni amonestaciones.

Todas aplicaban bien, con algunas excepciones. Todas obedecían y se sometían a mi método de enseñanza. Pero… yo no solo quiero trasmitir conocimientos, quiero calar hondo en ellas. Apliqué un método que favorezca tanto a tímidas como a extrovertidas. Éste era que, en los momentos libres escribieran sus problemas, los que trataríamos de solucionarlo sin investigar el nombre de la niña. Estas cartitas deberán ser colocadas en una cajita previamente preparada para este fin. En sus inicios fueron preguntas tontas como juntar niñas enemistadas. Pasaron los día las preguntas eran más serias como que es la masturbación. Como es la reproducción. Como nacen los niños. Es malo tener enamorado. Es malo besarse entre un hombre y una mujer etc. Ellas oscilaban entre once y trece años. Son preguntas propias de la edad.

Después se convirtieron en preguntas personales. Las invite a conversar en mis momentos libre. Eso era lo que buscaba, lo tenía y a trabajar…

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