
El gato negro
Supongo que tuve miedo al monstruo que yo misma creé, pensé que mi problema era una bestia y que jamás podría vencerle, busqué maneras irrazonables para solucionar la situación que me dejó en aprietos. El gato negro al que le temía no era gigante sino pequeño, no era veloz sino lento, sus mordidas no eran penetrantes sino de gracia.
La verdad detrás de lo más exorbitante no es lo desconocido, sino que termines descubriendo que eres responsable de ese monstruo al que le temes y que además, ante las miradas de los demás, su impresión es tierna y no espantosa. El gato negro no es nuestro enemigo sino nuestro aliado, solo el que supera las adversidades aún con la valentía más mínima podrá congeniar entre su tímido ser y el gato negro al que teme dejar salir.
Escrito él: 4 de abril del 2021
OPINIONES Y COMENTARIOS