El inicio de un lazo

El inicio de un lazo

Anonima07

10/04/2025

                                     Capítulo 1: ¡Un verdadero ninja jamás demuestra debilidad!

     Después de que el equipo 7 había pasado la tortuosa prueba de Kakashi sensei, Naruto estaba listo para el siguiente reto. Esa mañana salió de su casa con todas las energías para encontrarse con el resto del equipo.

     Al llegar al punto de encuentro sonrió como un tonto cuando lo primero que sus ojos divisaron fue a la hermosa pelirosa. Pero inmediatamente puso mala cara al ver a Sasuke a su lado. Miró a este último, refunfuñando en voz baja, aunque procuró no demostrarlo. Mientras más se esfuerce en ignorar al azabache, mejor podrá concentrarse en sus objetivos. Pero la verdad es que el azabache arrogante se lo ponía muy difícil a veces. Naruto no soportaba siquiera su presencia. Y mucho menos que estuviera acaparando la atención de su Sakura.

     Aunque ésta, para su mala suerte, apenas volteaba a verlo. Y siempre que lo miraba era para reprocharle su inutilidad o para darle un golpe.

     —¡Hey, Sakura!

     Corrió hacia ella agitando la mano en el aire.

     —Ah. Hola… Naruto — lo miró con desprecio, pues Naruto había interrumpido su momento a solas con su querido Sasuke.

     Sasuke, en su pose relajada con los brazos cruzados, giró levemente la cabeza hacia el rubio con cara de nabo. No podía creer que existiera un tipo tan mediocre como él. Y para su desgracia tenía que soportarlo como compañero de equipo. Por otro lado, tampoco le agradaba tener a Sakura en el equipo. Otra fastidiosa que no hacía más que agobiarlo con su coquetería y su inútil intento de entablar conversación con él a toda costa.
Sin embargo, al notar la cara de decepción de Naruto cuando la fastidiosa pelirosa lo rechazaba sin discreción alguna, hizo que las esquinas de su boca se curvaran en una pequeña sonrisa burlona.

     «Debo confesar que el fracasado me divertía con sus vanos intentos de querer llamar la atención de la fastidiosa»

     Dicha sonrisa burlona no pasó desapercibida para Naruto, quien lo descubrió al instante ocasionando que apretara los puños con furia.

     —¡Oye, torpe! ¡¿De qué tanto te ríes, eh?!

     —¡Agh, Naruto! ¡Déjalo en paz, quieres!

     Interfirió Sakura en un tono amenazante parándose frente al rubio. Con solo ver su cara de enfado, Naruto se vio obligado a retroceder un poco. A pesar de que estaba muy enamorado de Sakura, verla sacada de sus casillas lo asustaba demasiado.
     Pero cada vez que ella defendía a Sasuke sobre cualquier cosa que dijera, quebraba un poquito más su corazón loco.

     «Rayos… ¿Por qué no puede fijarse en mí? Todo esto es culpa del maldito de Sasuke»

     —Ya, ya, no te pongas así Sakura.

     Alzó ambas manos a modo de rendición… y de paso protegerse así mismo. Apenas había empezado el día y no quería ganarse un golpe de la pelirosa. Sólo esperaba que Kakashi sensei llegara puntual esta vez. En todos los encuentros citados por él mismo, se atreve a llegar siempre horas más tarde.
¿Qué clase de jounin hace eso? Se supone que debería demostrar a través de sus propios actos todo lo que significa ser un buen shinobi.

     —Hola, ¿Qué tal chicos?

     La voz despreocupada de Kakashi sensei hizo que las tres cabezas voltearan a verlo. Apareció arriba del arco del puente, parado en cuclillas.

     —¡OIGA! ¿POR QUÉ HA TARDADO TANTO, EH? ¿CÓMO SE ATREVE?

     Le reprocharon al mismo tiempo Sakura y Naruto. Parecían que estaban a punto de echar humo por las orejas.

     «¡Aaaagh! ¡Cómo siempre se sale con la suya!» pensó la pelirosa.

     —Disculpen el retraso, me perdí en el sendero de la vida — se rascó la parte trasera de su cabeza en un gesto despreocupado.

     Naruto hizo un mohín con los labios como un niño pequeño, cruzándose de brazos totalmente ofendido por el sentido de la irresponsabilidad que manejaba su sensei.

     —Como sea. Deben venir conmigo para la siguiente misión que nos adjudicarán.

     —¡Ja! ¡Perfecto! ¿Qué haremos está vez Kakashi sensei? —preguntó Naruto con efusividad— Espero que no sea una más de esas tontas tareas. Esas cosas son para niños Kakashi sensei, no para un ninja verdadero como yo.

     Presumió con una enorme sonrisa.

     Sasuke rodó los ojos ante el estúpido comentario de su compañero inepto. Mientras que Sakura, aunque por dentro también pensaba lo mismo sobre la actitud de Naruto, apoyaba la idea de que ya era tiempo de que los enviaran a una misión real. Honestamente, ya se estaba cansando un poco de esto de buscar a mascotas pérdidas, ayudar a las grandes élites con sus diversas tareas y sacar a pasear a los perros del refugio de la aldea.

     —Ah… bueno Naruto. Eso solo lo determinará Lord Hokage —dijo con las manos en los bolsillos—. Ahora, en marcha.

|×××|

     —Muy bien… Tenemos varias tareas disponibles para la siguiente misión del equipo 7 —anunció y procedió a leer en voz alta las tareas—. Ah… cuidar al bebé de tres años del consejero del jefe, ayudar a su esposa en las compras, sembrar patatas en el…

     —¡NOOOOO! —exclamó Naruto— ¡Quiero una verdadera misión! ¡Algo retador y emocionante, no cosas para niños!
     Kakashi suspiró derrotado llevándose una mano a la cabeza «Sabía que esto pasaría…»

     —¡Ándale, ¿sí, viejo?!

     Exigió nuevamente el rubio hartado de tanta payasada, olvidando por completo que estaba hablando con el mismísimo Lord Hokage.

     «Tsk. Odio admitirlo, pero… tiene razón»

     Pensó Sasuke mirando de reojo al rubio. Por una vez en su vida estaban de acuerdo en algo. Sólo esperaba que no se le pegara también su estupidez al estar conviviendo casi todos los días con él.
     «Aún así es tan insoportable» pensó la pelirosa poniendo mala cara por la falta de tacto que tuvo Naruto al decir aquellas palabras.

     Antes de que el rubio tuviera tiempo de seguir con sus reclamos, Iruka sensei que estaba sentado al lado del viejo Hokage, se levantó furioso para sermonearlo por su falta de insolencia. Nadie tenía derecho de hablarle así al Lord Hokage.

     —¡Cómo puede decirme que cuidar a un bebé es una misión igual de importante que las demás, eso es una gran estupidez!

     Le respondió sin escrúpulos el rubio a Iruka sensei. No le encontraba sentido a esas tontas tareas. Él necesitaba una misión real, sentía que estaba listo para pasar al siguiente nivel.

     Pero apenas soltó aquellas palabras, fue tumbado al suelo de un golpe en la cabeza por parte del peliblanco.

     —Compórtate, quieres.

     —¡Aaaaah! —se quejó del dolor, tomándose de la cabeza— ¡¿Qué le pasa?! ¡¿Por qué me golpea?!

     —Naruto.

     Naruto dejó de quejarse al escuchar al Hokage llamar su atención. Éste, con su característica pipa en la boca, sonrió un poco de lado mirándolo atentamente.

     —Ya que tanto insistes por estar en una «verdadera misión», se me ocurrió que en realidad sí tengo una tarea especial para tí.

    Todo el equipo 7 desvió la atención hacia el viejo, esperando ansiosos a que continuara.

    —Voy a darte una misión categoría «c». Serás guardaespaldas en un viaje.  

    —¡¿En serio?! —la emoción en su rostro no pasaba desapercibido— ¿Quién? ¿Quién?, ¿Protegeremos a una princesa o a un canciller importante…?

     —Ya verás, no seas impaciente.

     Le interrumpió el anciano sin dejar de lado la sonrisa divertida. Ahora que lo observaba bien, se daba cuenta de que ya no era un niño tonto. Él quiere demostrar que está a la altura de una misión más compleja. Sus capacidades habían mejorado un poco, pese a su comportamiento rebelde. Asignarle esta misión es darle también la oportunidad que Naruto tanto pide y necesita.

|×××|

     —¡Sí! Muy bien.

     Elevó un puño al aire el rubio una vez que cruzaron la imponente puerta de Konoha hacia el exterior de ésta.

     —¿Qué es lo que te emociona tanto Naruto?

     Inquirió Sakura detrás con los brazos cruzados.

     —Esta es la primera vez que voy a salir de la aldea —la emoción corría por todo su cuerpo—. Ahora soy un viajero, de veras.

     Cuando Lord Hokage presentó a la persona que el equipo siete debía custodiar, Naruto se mostró algo reacio por la actitud maleducada del cliente. Se trataba de un anciano llamado Tazuna que presumía ser un importante constructor de puentes. La misión consistía en llevarlo sano y salvo de regreso a su país.
Pese al mal carácter del viejo, Naruto decidió ignorarlo, pues la idea de que tendría su primera misión como ninja real era lo único que le interesaba en ese momento.

     —Oiga ¿se supone que debo confiarle mi vida a este debilucho? —protestó fuerte y claro el anciano— Él es un mal chiste.

     Naruto que obviamente lo había oído bien transformó su semblante de felicidad por una de odio. No le gustaba que lo criticarán de esa manera.

     Kakashi sensei rió entre dientes apenado.

     —Él está conmigo y yo soy un jounin, así que no necesita preocuparse.

     «¿»Este debilucho» dijo? ¿Por qué tenemos que proteger a este vejete? Juro que voy a partirlo en dos en este momento»

     Pensó el rubio con la vena palpitando en su sien.

     —¡No puede insultar a un ninja! —rugió el rubio apuntándolo con el dedo— ¡Yo soy el mejor ninja del mundo y algún día me convertiré en un gran Hokage, todos lo reconocerán, incluido usted! ¿Me oyó?

     —Bha, pero qué dices niño. Los Hokages son poderosos y sabios, y tú eres un enclenque…

     —¡Cállese viejo decrépito! Voy a enseñarle… —apenas dio un paso adelante y Kakashi sensei, en un ágil movimiento, lo tomó por el cuello de la chaqueta— ¡Suélteme! ¡Voy a darle su merecido! ¡Cómo se atreve…!

     —Ya te lo dije… —suspiró el peliblanco— Debes proteger al cliente, no atacarlo.

     Algo le decía que el camino a La Tierra de las Olas sería uno muuuy largo con Naruto perdiendo los estribos por cualquier tontería.

     Una vez que se calmaron las aguas entre Tazuna y Naruto, el viaje continuó pacíficamente. El día espléndido que los acompañaba alimentaba el buen humor de Naruto, quien caminaba un poco más adelante de todos como si fuera el líder del grupo.

     No tenía idea de que hora era, pero ya llevaban caminando un buen rato. Si tuviera que adivinar, diría que ya se cumplía el mediodía. Según lo que había dicho Kakashi, si todo marchaba bien, sin ningún tipo de imprevistos, llegarían a La Tierra de las Olas antes de que anocheciera. Lo mejor era llegar temprano para no correr ningún riesgo. Que estén en una misión de bajo nivel no significa que no se vayan a encontrar con problemas. O que los problemas los encuentren a ellos. Son ninjas después de todo, los enemigos los acechan todo el tiempo.

     Cada uno estaba sumergido en sus propios pensamientos, cuando en ese entonces en menos de dos segundos, aparecieron dos sujetos de la nada. Sus movimientos fueron tan rápidos que atraparon el cuerpo de Kakashi Sensei con una gruesa cadena.

     —Ka- ¡Kakashi sensei!

     Gritó Naruto en medio del shock. La situación lo había tomado tan de imprevisto, que su cuerpo no pudo responder aunque quisiera.
     Las reacciones de los demás eran las similares. Y todo empeoró cuando ambos desconocidos jalaron la cadena al mismo tiempo aprisionando con agresividad el cuerpo de Kakashi hasta destrozar sus miembros por completo. Un grito desgarrador salió de la garganta de Sakura.
     «¿Qué- Qué está sucediendo? ¡¿Quiénes son estos tipos?!»
     Se preguntaba el rubio sin poder apartar la mirada de la escena con horror.

     —¡Ahora sigues tú pequeñuelo!

     Vociferó uno de ellos, antes de abalanzarse contra Naruto. El rubio abrió los ojos de par en par, totalmente petrificado en su lugar. Quiso obligar a sus pies a moverse, pero no podía. Estaba dominado por el… por el miedo.

     Los dos sujetos estaban a pocos centímetros, pero en un pestañeo la cadena fue detenida por una shuriken seguido de un kunai contra el árbol que estaba detrás de Naruto. Cuando Naruto alzó la cabeza, se topó con la figura sombría de su archienemigo.

     Un solo movimiento le bastó a Sasuke para atrapar a los maleantes y hacerlos caer en su propia trampa. Al inmovilizar la cadena, ellos también fueron inmovilizados ya que la cadena provenía del armamento que traían en sus brazos. El azabache se impulsó de un salto en ellos tomándolos por sorpresa y les propinó una buena patada en el rostro a cada uno.

     «¿Có- cómo es que hizo eso…?» pensó Naruto, pasmado por el rápido accionar del azabache. Aunque tardaron un poco en reaccionar, el golpe de Sasuke no les impidió realizar sus siguientes movimientos. Cómo si ya estuvieran sincronizados, se liberaron de la cadena, ahora sorprendiendo a Sasuke. Lo rodearon, pero tomando diferentes direcciones.

     Mientras uno se dirigía de nuevo hacía la espalda de Naruto, el otro fue directo atacar a Sakura que mantenía al constructor de puentes detrás de ella en un intento de protegerlo.
Sakura levantó su kunai, pese a que estaba muy asustada, y por inercia cerró los ojos. El corazón de Naruto latía a mil por horas cuando notó al otro sujeto correr hacia él, y aún así… no pudo mover un sólo dedo.

     Sasuke apretó los dientes al darse cuenta de que no contaba con el tiempo suficiente para protegerlos a ambos, así que no lo pensó dos veces cuando se colocó frente a Sakura clavando sus ojos frívolos en el sujeto, listo para enfrentarlo.

     Y cuando los sujetos creyeron tener ventaja en la pelea, Kakashi sensei reapareció magistralmente deteniéndolos a tiempo. Los había tomado por el cuello con sus brazos. Todo fue tan rápido que nadie pudo entender cómo hizo el shinobi para atraparlos a ambos al mismo tiempo.
No era uno de los mejores jounin por nada. Y sus estudiantes comenzaban a entenderlo.

     —Hola —fue lo único que dijo el jounin.

     «Kakashi sensei ¡Está vivo!» se dijo a sí misma la pelirosa feliz de verlo a salvo. 

     Sasuke puso mala cara al ver su entrada excepcional, como si fuera todo un héroe.
     «Ja. Presumido»

     Naruto se levantó del suelo, desconcertado al notar que el ataque nunca llegó. Y al ver a Kakashi sensei comprendió todo. Había usado un jutsu de reemplazamiento.

     —Naruto… —volteó el jounin hacia el rubio—. Lamento no haberte ayudado inmediatamente. No quería que te lastimaran.

    Naruto arrugó el ceño mirándolo confundido.

     —… Pero no pensé que te quedarías pasmado como lo hiciste.

     Aquellas duras palabras fueron como un golpe para Naruto. Dándole justo en su dignidad, dejándolo más humillado de lo que ya se sentía. Y aunque sabía que Kakashi tenía razón, tener que admitirlo lo avergonzaba a sobremanera.

     Kakashi le dio la espalda aún sosteniendo a los dos sujetos que se encontraban inconscientes debido a la fuerza bruta con la que había ejercido el jounin para detenerlos.

     —Sasuke, buen trabajo, sin problemas —lo felicitó—. Tú también, Sakura.
     Ambos genin asintieron firmemente.

     Pero, Naruto… Naruto sólo se quedó tieso, viéndolos. No podía creer que no había hecho nada. Que tuvo que ser salvado por su compañero y su propio sensei.
«Sasuke… Sasuke, ahí, tan tranquilo. Cómo si lo hubiera hecho miles de veces. Y… y yo… Yo fui un inútil»
     Observó al pelinegro apretando los puños con fuerza. Se sentía frustrado consigo mismo.
«No se asustó en lo más mínimo. Se ve tan calmado y ni siquiera tiene un rasguño ¿Por qué no puedo estar a..?»

     —Oye.

     Naruto salió de su trance cuando el pelinegro lo llamó.

     —¿S-si?

     —No estás herido, ¿verdad… —sonrió con un deje de burla— miedosito?

     Naruto apretó la mandíbula clavando sus ojos en los suyos negros y brillantes. La burla bailaba en su mirada, y eso lo puso furioso. Había caído tan bajo al dejar que su archienemigo le salvara el trasero. Era un error que no podría perdonarse nunca.

     —¡SASUKE! —gruñó el rubio, quería darle su merecido.

     —¡Naruto, agáchate!

     Gritó Kakashi sensei. Pero para cuando el rubio reaccionó, ya era tarde. Alguien le había dado un golpe seco en el cuello dejándolo inconsciente. Quizá si el shinobi desconocido no lo hubiera agarrado con la guardia baja, el ataque no lo hubiera dejado inconsciente.

     —¿Lo quieres? —habló el sujeto, que pegó un salto a una de las ramas de un árbol sosteniendo el cuerpo inerte del rubio— ¡Pues ven entonces!

     Y se marchó en dirección contraria, saltando de rama en rama a una velocidad impresionante. Kakashi sensei hizo el amago de ir detrás de aquel shinobi, pero había otro problema: Los dos sujetos que anteriormente se encontraban derrotados, despertaron abruptamente y lograron soltarse de las garras del peliblanco.
     «Tsk. Maldición»
     Sakura ahogó un jadeo y levantó su kunai colocándose en guardia para proteger de nuevo a Tazuna, cuando volteó para ver a Sasuke, abrió los ojos en pánico al no encontrar a su azabache favorito por ningún lado. Había desaparecido.

     —¡Kakashi sensei, Sasuke ha…!

     —Tranquila, no te preocupes. Fue en busca de Naruto.

     Respondió el jounin manteniendo la serenidad en su tono de voz. Confíaba en qué Sasuke podría acabar con el tercer shinobi él solo. Todo este tiempo creyó que había dos enemigos, pero al parecer el tercero se había mantenido oculto para atacar en el momento adecuado.
     «Si hubiera sido más precavido, esto no estaría pasando. Me confié»
     Se regañó así mismo sin quitar de su vista a los dos sujetos que reían en voz baja, como si su estratégia hubiera salido a la perfección.

     «Bien, Sasuke… no dudaste un segundo en ir por Naruto. Confío en que lograrás alcanzarlo»

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💙🧡¡Holaaaaaa!💙🧡 Espero que les haya gustado el primer capítulo de esta linda historia.

Quiero aclarar algunas cositas para que no se confundan ☺️.

1°: la historia sigue un poco la linea de tiempo de la primera temporada de Naruto. Habrá diálogos y detalles iguales al ánime con una mezcla de mi propia historia.

2°: Ya que mi historia es un borrador, quizá se encuentren con errores ortográficos. Así que sepan entender, iré corrigiendo de a poco y cabe aclarar que no tengo mucha experiencia en la escritura, por lo tanto disculpen si hay errores de sintaxis y demás cosas.

3°: También habrá cosas (que corren por parte de mi imaginación) que no son parte ni siquiera de la saga de Naruto. Como personajes, poderes, entre otros.

: Por último queda decir que disfruten esta pequeña historia tanto como disfruto yo al escribirla 😸✨.

Saludos! 🍃☀️🌛

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