Volveré
Esta es una casa muy grande. Mamá debe estar preocupada, tengo que volver…
¿Qué pasa? No puedo abrir la puerta principal, intentaré saltar por la ventana. Tampoco puedo abrirla. Tengo que volver. ¡Ah! ¡Qué tonta! Voy a llamar a mamá. No alcancé a recargar el celular, pero tengo la tarjeta en el bolsillo. Meto la mano en el pantalón y no la encuentro. Es extraño estaba ahí, además el celular tiene la antena rota y parece maltratado. Voy a llamar a emergencias y no…no recuerdo los números. Pongo una mano en mi cabeza. Esto es confuso. Intentaré abrir la ventana, otra vez, forcejeo ¡No abre! ¡Qué desesperante! Quiero salir e irme de este lugar. No puede ser… no logro ver nada por la ventana, está borroso. ¿Será de día o de noche? ¿Cuánto tiempo he estado aquí? Me siento perdida. Tengo frió iré a buscar un abrigo, no importa que digan que estoy robando.
———————————————————————————————————————————-
¡Whoaa! Es una cocina muy amplia y hermosa. Obvio no encontraré un abrigo aquí. Mientras observo la cocina escucho un ruido proveniente del segundo piso, miro hacia arriba e intento poner atención, y entonces escucho una voz masculina.
– Hola ¿te gustó la casa? ¿Es cómoda? ¿Estoy hablando bien tu idioma?
En ese momento sentí mucha confusión y miedo.
– ¡Dios mío! ¿Quién eres? No te veo ¡Eres un fantasma! Padre nuestro que estás en el cielo-. Mientras rezo, ese “hombre” sigue hablando.
-¿Es una contraseña? Estoy intrigado, háblame más…
-¡Cállate! Santificado sea tu nombre-. No dejo de rezar y ese “hombre” sigue insistiendo en hablar.-Tranquila, no te haré daño, quiero conocerte.
-Sigo con mis oraciones y entonces pienso que estoy haciendo el ridículo.
– ¡Ya sé! Hay cámaras ocultas, finges ser un fantasma para hacer bromas y ver mi reacción, lo he visto en programas de televisión-. Subiré al segundo piso. Me detengo porque dice algo extraño:
-No podrás, cambiaré el primer piso por el .segundo
-¿¡Qué Tonterías dices!? -grito- ¿” Cambiar”? Subiré al segundo piso, llamaré a la policía, los denunciaré y volveré con mamá.
Todo empezó a cambiar a mí alrededor, estaba en la cocina y ahora había una habitación, al igual que un espejismo del desierto, es difícil en estos momentos pensar que estés cuerdo, quizás fui drogada y todo es una alucinación.
Un hombre apareció y siento que es algo falso, su rostro con una sonrisa y una forma de vestir algo extraña. En estos momentos me gustaría haber tomado un cuchillo de la cocina. Camina hacia mí.
– ¡No quiero que te me acerques!
Se detiene y vuelve a preguntar:
– ¿Te gusta la casa?
– ¡Cállate! ¡Tú me drogaste! Por favor, déjame ir, no tengo nada de valor, bueno, quizás el teléfono, no es algo de mucho valor.
Tengo que volver. Empiezo a llorar desconsoladamente, sudar, temblar y a perder la cordura. Me siento atrapada, dios mío, tengo miedo ¡Ayúdame! Impulsada por el miedo veo al hombre con expresión sumisa y con un leve tono de voz respondo:
-No me importa esta casa, yo solo quiero volver a MI casa, estar con mamá.
Y en todo este remolino de emociones que dejo salir frente al que creo es mi captor dice:
-Tranquila, te ves perdida, es mi culpa por sacar conclusiones equivocadas, parecen ser seres más emocionales que racionales en ciertas situaciones. No sé a dónde quieras volver, pero no podrás ¿Quieres saber cómo te encontramos?
Dejo de llorar y lo miro a los ojos.
– ¿Encontraron?
———————————————————————————————————————————-
-¿Esa soy yo?
Miro fijamente al “hombre” con lágrimas ya secas en mi rostro.
-Si, te encontramos mientras excavábamos las ruinas de la casa. Hay ciertas condiciones que conservaron tus restos.
En mi mente surge una pregunta
-¿Entonces no eres una persona? ¿Esa no es tu verdadera forma? Lo vuelvo a mirar.
-No, estábamos buscando otro tipo de civilizaciones y nos encontramos con este planeta. Hemos aprendido mucho. Es interesante su diversidad. Quisimos reconstruirte, Además, el planeta que conociste no es exactamente igual al de ahora. Son muchos los detalles, aprenderás todo a su debido tiempo.
Ahora lo recuerdo todo. Debí entregarles el teléfono como querían en la fiesta. Pensé en ese instante mientras gritaba y luchaba. ¿Todo terminará de esta manera? Mis pensamientos quedaron congelados en el tiempo. Perdida, en una nebulosa, repitiendo la misma frase una y otra vez. Una verdadera pesadilla.
– Mi es nombre es Anna, y te llamaré “Ángel”. No es un nombre ofensivo, al contrario es hermoso. Ángel ¿Puedo abrir la puerta de la casa? Necesito salir y avanzar, puedes darme tu mano, por favor, estoy asustada-. Ángel se acerca a mí y ambos nos miramos a los ojos.
-Si puedes Anna, y podrás ver el más allá…
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
– Anna, debes tener cuidado, llega a una hora prudente o no habrá más salidas a fiestas. Te compré una tarjeta para que recargues el teléfono.
– Si mamá, no te preocupes. ¡Será una fiesta increíble!
– Mamá prometo que volveré…
OPINIONES Y COMENTARIOS