Redactada el 27/08/2023
Hola de nuevo.
Han pasado casi dos años desde que te escribí por última vez y siento que han cambiado ciertas cosas que considero importantes para esto que nos pasó.
Para empezar, ya no sé qué fue de tí.
Elegiste que fuera así después de que tuviéramos esa charla a la luz de la luna, y me hubiera gustado saber lo que pasaba por tu mente en ese momento.
Me había propuesto irme para no coincidir más e ir curando mi corazón, pero terminó pasando todo lo contrario, ya que hay partes de tí en mi playlist y no hace más que recordarme esas épocas de tonteo e ingenuidad que tuvimos.
Desapareciste sin dejar rastro y sabes que no me gusta incomodar aún cuando sienta que me quedo sin respuestas.
Tú eres tan distinta a mí en eso: te lo tomas todo tan liviano como si fuera tan irrelevante, y yo siempre sobrepensando todo.
Finalmente te hice a un lado, más por obligación que por voluntad, pero está hecho.
Te he dedicado varios de mis escritos, pero me apuesto lo que quieras a que no lo has notado.
Te lo dije varias veces y cada vez reafirmas mi punto: «te das cuenta de todo menos de lo obvio», aunque tranquilamente puede que no te interese.
Mis amanecidas me han llevado a elegir creer que ojalá y sea eso último, tal vez sea la resignación quién habla en lugar de la melancolía, pero creo que podría doler si me atrevo a averiguarlo.
Sé que dije que no volvería a molestarte y no he roto mi promesa, ya que esto es solo otro escrito que no sabrás que existe.
No negaré que te hablaría con entero gusto, pero hace poco ví que dejaste en claro con tus acciones que solo querías volver para luego presumir que aún me tienes pensando en tí.
Sí, es así, pero yo nunca crucé la línea del respeto y eso es algo que me termina demostrando que no mereces seguir en mi cabeza y corazón.
Gracias a Dios, he tenido progresos y tu presencia se ha estado desvaneciendo de mis recuerdos.
Sé que no será de un día para el otro, lo sé de sobra porque han pasado más de dos años desde que te escribí la primera carta y aún estoy aquí, pero al menos yo no cometeré el error de iniciar una relación si en mi corazón hay otra persona.
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