«Quiero llorar diciendo mi nombre,
rosa, niño y abeto a la orilla de este lago,
para decir mi verdad de hombre de sangre
matando en mí la burla y la sugestión del vocablo.»
Federico García Lorca
– Búsqueda –
Ansiosa inmortalidad anhelada
por los hijos de un Dios humanizado
se encuentra salpicada en el gran prado
con la entrada para el hombre vedada
Inconcebible, entonces borrada
para aquel humano tan condenado
igual a cuando del edén fue echado
vive hasta tener la sangre cansada
Pero, su ardua búsqueda culminó
cuando los ojos de un perro chocó
y en él la mortalidad declinó
Inmortalidad, apagado foco
de consciencia que conoce la muerte
cedida para los que no la sienten
.
– Pensamientos de la espera y el hambre –
Cómo hablar de la existencia, realizar tales tratados con la vida, existir como fuente de vida ¿Cómo? Si somos un cúmulo de inexistencias.
El pasado ya pasado, inexistente, solo son recuerdos, desaparecido (como sus hijos).
El presente, porción del caminar que respiramos, donde sentarnos, presente efímero, tanto que resulta inexistente, tanto así que al pronunciar su nombre ya es pasado.
El futuro, ilusión de la humanidad, inalcanzable, eterno horizonte de literas, otra inexistencia.
Y cómo hablar del tiempo, si sus ramas, sus tres partes que lo conforman resultan inexistentes.
Tiempo, invención humana, derrumbe de infinito, demostración de la torpeza con que andamos, refutación de nuestra finitud.
Seremos aquello que no somos, aquellos que existe por cimientos de inexistencia.
Y si existir implica ser funcional a la maquinaria global de éste mundo podrido, hay que revisar nuestro reflejo en las nubes, sospechar que quizá -y solo quizá- debamos optar por no existir, no formar parte de las cuarenta del mazo de la desdicha humana.
.
– Perderme –
Quiero perderme en vos
cual buzo sumergirme bajo tu acuario dulce
y sentirte en cada alga
cada flor
cada piedrecita mojada
Perderme y sin mapa,
sobre la eternidad de tu piel
borracho perdido
disfrutando cada paso
cada tacto de mis pies descalzos
buscarte y encontrarte en cada rinconcito
jugar como un nene con tus lunares como estrellas
Acariciarte
perder las manos en la profundidad de tu pelo
mientras los cíclopes se pierden en labios
que mi lengua
–cual caricia divina-
se pierda en tu cuello
mientras nuestras manos danzan tibiamente
Hasta sumergirme en tu pecera
naufragar por lo más hondo de tu cuerpo
buscar el faro
-ese titileo rosa que pide ser amado-
y bajo tanto perderme
encontrarme
encontrarte
Solo dos amantes a oscuras dándose placer
.
– Medusa –
Aunque mía no eres, aún yo te deseo
Ni mil hombres podrán con ésta pasión
Ahora vos y yo en mi habitación
mirar la poesía más pura: tu cuerpo que leo
¡Ay, musa! Me petrifico si te veo
¡Revíveme, quita esta maldición!
Irme contigo sin ninguna prohibición
enredados, tu corazón me llevo
Lamer tu espalda ardiente de placer
dormirme en lo oscuro de tú abismo
incendiarme por completo en tu ser
Abrazarnos hasta volvernos cenizas
zapatillas tiradas, dulce suciedad
Mi medusa de pelo bicolor
.
– Tres veces –
Tres veces
Tres besos
cual gotas de lluvia
sobre una hoja abandonada
cesando la sed de noches en vela
Tres veces
Tres besos
la calma recorriendo
el torrente sanguíneo
Tres veces paz
Tres veces amor
Tres veces tu nombre
Las caricias que revistieron mi piel
otorgándome la paz y el amor
¡Ay, musa de mis letras!
Duerme esta noche a mi lado
.
– Nani –
Ángel vestido de musa celeste
Irradiante de tanta luz celestial
Los labios tuyos cual santo grial
invadiendo mi corazón cual peste
Nuestro encuentro nacía en él oeste
como el sol luego de noche fría
Andando de la mano: nuestra energía
Nadando en nuestros placeres calientes
Oraciones faltan para describirte
En besos te hablo todo mi silencio
Suspiros tuyos que recorren mi cuello
Paz en todo tu cuerpo –el cual es arte-
A pesar del poco tiempo: un aprecio
Zapatillas por los suelos, sexos en cama
.
– Desición –
Deglutir la duda
Dubitar interrogantes
Descreer del espejo del documento del televisor del libro del cuerpo de la religión como mitología de cada paso del envejecimiento (regresión a la infancia)
descreer hasta el hartazgo
Desorganizar el cuerpo
Desmembrarse en búsqueda del alma
Desintoxicarse de oscuridad
Desistir de la empresa de cambiar el mundo
Desestimar los prejuicios
Desatar los nudos de la garganta en lágrimas
Desaparecer de lo mundano vano profano
Descubrir la belleza de lo complejo y de lo simple
Descarrilar las vías impuestas
Desatornillar las tercas tuercas del sedentarismo
Descansar en el pecho del cielo
Despertar en el mar calmo de la noche
Después de comprender las tinieblas vendrá la luz primaveral
Destino perdido purgado del mañana inalcanzable
Deseos de acariciar estrellas del pasado
Des-ir donde solemos hacerlo durante la monotonía
Desprecio del marcado y el capital
Designar palabras a lo que ya tiene nombre alterándolo, y a lo que no lo tenga
Descartar presencias no encontradas
Desconocidos encontrándose no existen casualidades
Desvestirla de malestar y hacer el amor a miradas
Desmantelar los crímenes propios y perdonarnos
Decesos interminables encadenamientos al luto eterno
Descontracturar las letras en las espaldas del viento poetizándolo
Descontrol ante el dominio del amo insano podrido
Destruirlo todo para crear –pensamiento horrendo del hombre que hace la guerra por no saber vivir-
Desembalsamarse para sentir el dolor y no anestesiarlo empeorándolo
Desembarazarse de la mirada de la otredad y vivir como a gritos lo pide el desesperado corazón
Descorazonarse y escuchar la mente
Desracionalizarse y escuchar el pecho
Desmedidas antropológicas complejos y hegemonía
Deshumanizarse odiar la especie y ser opuesto dando vida y esperanza
Desencarcelarse de la casa
Descalzarse en el pasto ajeno y sentir en el tacto al otro
Desenterrar las tumbas mentales donde buscamos descanso
Desterrar el odio de nuestro país-cuerpo
Descender a los infiernos hasta llegar al cielo
Desarmarse y sangrar
Desdén en los ojos, limpiarlo
Desceder a lo opresión el silencio el olvido
Desviarse de lo correcto conocer el mal para limpiarle la cara
Deshielos antárticos el tiempo acabándose
Descongelarle el corazón al odio de vendas cegadoras
Desenfriarse y enfriarse pasar todos los sentidos
Desincinerar los bosques y los corazones para reírse de las formas falsas del cielo Desprenderse del mundo buscarse en las estrellas para morir de sobredosis de amor
Deshojar los árboles caídos y devolverle las hojas al viento
Desojear nuestras letras olvidar cada uno al terminar de leerla
Despejar nuestras equis indeterminadas equidistantes de la función de nuestro vivir Desayunar promesas de quitarse algo de ignorancia
Desidia en el camino de cristal que caminamos
Desnutridos del mundo quemen la alta sociedad que los ignora y los desecha
Desamparados andan exiliados de su lugar perdidos cansados
Desfile filoso de los cuerpos arrojados al mar
Desoquedad y los ojos infinitos ya ciegos ciegos del desinterés de mis muertos
Desuso del cerebro artificialidad devorando todos los rincones
Desnudo al alba espero y que deje mi nombre sobre su nombre
Desesperado por ser tan humano y morir día a día por no soportar la histórica tragedia Desdía desnoche deshoras destiempo des des des
Desición
.
– ¿Soñaré realmente? –
Cuando fuera
todo es derrhombre
y dentro
parece que él pokía
vestido de herrumbe
demóngel, ojos de interrogante
sangre esparcida
en los techos que pisamos
El teléfono suena
voz de Olvido
mientras Memoria contesta
¡tantos colores!
no, ningún color
ni siquiera blancos o negros
vacío tangible
todo es intocable
salvo el alma ahora
nada es gusto
solo el espíritu siempre
algo de olor queda
del cuerpo nunca
Atrocidad vivir y morir
conjugarlos y…
Abstracción
unicidad
despliegue a palmos
palmas sin senderos
ojos nuevos, renovables
corazones blancos
-otra vez-
Retorno a lo desconocido
al principio de los principios
éste:
final único y anhelado
.
– Tiempo circular –
Y acá estoy empapado de la noche otra vez, el eterno retorno que suponían aquellos hoy resulta tangible, pero solo en cuanto a los malestares, la dicha no vuelve, la alegría se va volviendo cenizas que no resurgirán.
Y recuerdo aquel escrito (Último día) y mi incapacidad de escape ante semejante sentencia.
El despojo, el abandono de la búsqueda, y tantas otras cosas. Sigo creyendo en esas sospechas, lo que no permite la liberación es tanta mirada indiferente, tanta invisibilidad, tanta oscuridad que nadie puede ver porque solo está vistiendo mis ojos.
Solo quedan fuerzas para abandonarlo todo, dormir y permanecer ahí, en esa fantasía, en esa quietud en plena tormenta, no volver a levantarme de forma literal y perecer como Baudelaire, aunque ya sin madre que me retenga.
¿Muerte, acaso me escuchas? te necesito tanto a estas horas.
.
– A oscuras –
Encendedor dubitando
-miedoso-
Chispas como estrellas
en esta oscuridad-espacio
Astronauta perdido
en la infinidad del recuerdo
de tu cielo negro sin viento
Despierta el cigarrillo en mis labios
tus aires son un mapa
hacia el encuentro
El cenicero se abre de piernas
Las olas del café
mojan el sueño que se deshace
El sol y La luna
separados por tu nariz
galaxias enteras te dibujan las cejas
y tus labios
el agujero negro de mi muerte
.
– Cadenas rotas –
La locura
que era
otro humo
en el aire
A abrazos
A veces
A besos
Los sentidos reducidos
al tacto aplastado contra el fuego
al cerrarse los ojos
Relamiendo notas
de cigarrillos vocales
y las aves extendiendo sus alas
junto al viento
que las abraza para unirlas
Paloma blanca de zetas
ta-rareo
los primeros sonidos de la Tierra
«Libertad»
«¿Por qué no me contestás?»
Se escuchaban ellas preguntarse
sabiendo que el silencio
es el mejor sonido
cuando las yemas
estallan en espaldas infinitas
Uñas negras de devorarse las vidas
Pechos poblados de cerritos
Piernas enlazadas por venas rotas
Dedos, esfinges hundiéndose en la arena
Pelos, desiertos encontrados
Labios de puentes capilares
Cielo estrellado
sabana infinita
volviendo a la solitaria luna número par
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