Entendí que el otro es otro, con su programación, sus condicionamientos y lo que provoca en mí depende de mi.
Entendí que somos espejo en la vida de las personas.
Entendí que no puedo evitar que alguien mas sufra, si eso es lo que elige, ya que siempre elegimos, seamos conscientes o no. Lo que puedo hacer por el otro es estar, escuchar sin juzgar, respetándome primero a mi y a mi energía.
Entendí que no soy mejor ni peor que nadie, esa es solo una trampa del ego, somos energía vibrando en distinta sintonía.
Entendí que forzar es perder el tiempo y que el tiempo es lo más valioso.
Entendí que todos tenemos elección, que todos somos creadores y merecedores y que el crecimiento es colectivo, el ser humano es un ser social.
Entendí que no tengo el control sobre nada mas que lo que siento, lo que siento depende de lo que pienso y en base a eso acciono.
Entendí que puedo cambiar de elección cada 10 segundos.
Entendí que mi cuerpo es mi templo, aprendí a escucharlo y a conectarme con el, aprendí a tratarlo con amor.
Entendí que lo que espero de mis relaciones primero tuve que darmelo yo: respeto, apoyo y amor.
Entendí que todos somos únicos, valiosos y especiales.
Entendí que soy la persona mas importante en mi vida por lo tanto me trato como tal.
Entendí que el amor sana y acompaña, sino es otra cosa.
Entendí que todo es perfecto como es y lo que defino como malo o incorrecto tiene algo para enseñarme, siempre.
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