Nadie nos explica, para que estamos aquí, ni para que vinimos, no somos fundamentales para nada en mundo por que somos una plaga, uno más, uno menos, no altera equilibrio alguno.
Somos tan insignificantes, como magníficos; en nuestra minúscula existencia, cada cabeza es un mundo…
Un mundo de posibilidades, de elecciones, de cambios, de inconstancias parecidas día a día, que nos convencen de que “SOMOS “ algo o alguien definible, descifrable y estático, pero pues sólo exsistimos en el instante como un ser específico, que al minuto de este, será un ser nuevo, producto mismo del suceso vivido….
Y con tan ineludible inconstancia, vivimos sin rumbo, destruyendo, desarmando, utilizándo, deseando, fingiendo…. Y todos los actos humanos mas comunes y cotidianos; a cada existencia, esencia o cosa que se atraviesa en muestro paso… por el afán de encontrar fuera de sí, respuestas de la existencia misma…
Quizá la vida no es más que eso, un privilegio que se nos da, para que andemos eternidades buscando una buena razón por la cual existir…
Pero tiene un lado quizá perverso quien invento semejante juego, a costa de tanta destrucción, no vale la pena ninguna razón.
¿A que viene crear seres tan ignorantes que a su paso destruyen todo y a si mismos?
Pienso que en realidad en toda la naturaleza fuimos la especie para la que no alcanzo la materia prima, y quedamos inconclusos, por que somos el unico ser sobre la tierra que puede estar tan a disgusto consigo mismo, que por instinto no conoce su lugar, y por su ignorancia todo lo destruye aun cuando lo necesita indispensablemente para vivir.
Hemos de ser la raza mas extraña y menos independiente sobre la faz de la tierra, y entre todas esas falencias, aún más fue el castigo de poder entender el nivel de estupidez al que podemos llegar, cosa que no hace sino, hacer más tétrico el cuento…
Y entre una cosa y otra, en los afanes de vivir, pues para no perderse en un mar de pesimismos y verdades crueles, es mas bonito pintar ilusiones y distraerse de la realidad, de ahí, los magníficos inventos sociales de gran acogida, diseñados por mentes ávidas para sacar provecho de las voluntades ajenas, tales como lo son: las clases sociales, los moralismos, los juicios de valor que se volvieron medida estándar para un ser que ni se conoce en realidad a sí mismo, las modas, conceptos como la estética, ilusiones que mitigan el espíritu y tranquilizan dando certifumbres basadas en cosas faltas de lógica, pero auspiciadas por miedos y castigos como las religiones sectas y demás….
Los placeres instantáneos en los que cada vez tenemos más de donde escoger, ahora vivimos en infiernos de placer absoluto, donde todo se da en un click y en la cantidades que tu estatus te permita despilfarrar…
Así pues, en un paradisíaco infierno terrenal, de placeres instantáneos, alcanzables a la mayoría o a todos. Por que según los medios que se empleen, cualquiera estaría en capacidad de adquirirlos…
Pocos entre ese fandango de vicios, manías, derroches, extravagacias y comodidades; pueden ya advertir el adoctrinamiento y la manipulación a la que se someten día a día…
Como pierdes tu autonomía, como olvidas tu esencia, como te olvidas de lo básico y lo realmente importante, como te olvidas y te pierdes en el entretenimiento, perdiendo situaciones irrepetibles, momentos que no valoras por la falta de atención y por no despertar del meletargo en el que te remojan día a día los medios. Dirán: ¡así vivo feliz! ¿Quizás podrían describir al menos el concepto de felicidad?
Todos como seres tontos que no aprendemos, tenemos que esperar estar en el final, cuando la muerte nos besa la nuca, para ver mágicamente cuanto hemos desperdiciado; Para entender, que tus cosas no son tan importantes, que nada te devuelve ni a los seres, ni al momento, que el daño que te haces hoy con placeres instantáneos a costa de cualquier cosa; te desgarran mañana y te dolerá minuto a minuto exponencialmente cada error, que tu malos actos te pasaran la factura y te harán el infierno de vida más caliente, y que aunque quieras acomodarte a lo que sea, dandotelas de escéptico, el vacío te carcomerá, si llegas al momento de que nada te importe, en sí ya ni siquiera habría sentido en ninguna circunstancia, y el vacío sería aún mayor, y ese mismo vacío constituye el infierno en sí.
Así, que estamos ligados a una existencia incomprensible, y de la cual tenemos que enfrentar las realidades.
Y en ese ir y venir de un péndulo incesante, sólo queda tomar una postura coherente y con actitud pragmática, entendiendo y tratando de construir, de mejorar de progresar, o simplemente seguir ahí, durmiendo, arrullados por los anuncios comerciales, por los discursos moralistas, por los dioses castigadores, por las costumbres ignorantes…
Y esperar que con los mismos actos algun dia por arte de magia los resultados cambien, y sean mágicamente en dirección contraria a la destrucción, a la ignorancia, a la degradación, a la falta de pensar.
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