Nuestro viaje a la Laguna Mucubaji

NUESTRO VIAJE A LA
LAGUNA MUCUBAJI

Enclavada en lo más alto de la montaña del pueblo de Santo Domingo de Mérida, Venezuela,
está una hermosa laguna de mediana proporción, sus aguas no son azules como el
mar, ya que reflejan nubes de color gris y su aspecto no es alegre sino más bien
sombrío a causa del frío que reina en esas alturas.

Hacia allá nos dirigimos mi
novia Alicia y yo por primera vez, después de subir carreteras con muchas
curvas, íbamos dejando atrás precipicios
de color verde, con siembras a todo lo largo de esta cordillera, es increíble
que en esas soledades y con tanto frio vivieran personas dedicadas a la
agricultura, sus rostros están rojizos a causa de las bajas temperaturas, la
hermosura de sus mujeres es impresionante, a cada rato se ven por los
bordes de la carretera niños de aspecto
saludable y sus azules ojos contemplan curiosos nuestra buseta que va
subiendo con dificultad.

Después de subir unas dos horas,
llegamos a un bello hotel que aparece de repente en la geografía y de repente
está el vehículo estacionado y nosotros bajando con nuestras maletas, luego
entramos a un impresionante edificio con grandes espejos, una inmensa sala,
alfombras muy bien cuidadas y paredes cubiertas con hermosos cuadros de
renombrados pintores, los muebles nos esperan con sus mullidos asientos para el
descanso, pero como llevábamos tantas horas sentados, nos ponemos a examinar y
ver todo a nuestro alrededor.

De repente nos dicen que van a
pasar la lista de asistencia y nos colocamos cerca de una bella muchacha muy
sonriente y amable que a medida que va
mencionando los nombres le van entregando una llave y le indican amablemente a cada persona donde está su habitaciín, al
rato de estar esperando nos llaman a mi novia
y a mí, nos entregan la llave y nos dicen cómo llegar allí.

Subimos, ya que nos tocó el piso
2, entramos y es una bella habitación con una cama muy bien cubierta con
edredones felpudos, ya que la temperatura en la noche es muy baja, afuera ya
las sombras de la noche cubren toda la montaña y no se puede ver más nada, el
baño tiene agua caliente y fría y un escaparate para guardar nuestra ropa.

Al rato oímos que nos llaman por
un parlante que bajemos vestidos elegantemente porque es la hora de la cena, mi
bella novia lleva un vestido color beige que le queda sensacional y yo con mi
camisa de vestir y un suéter azul marino, la miro a ella en un espejo que cubre
por completo la pared y la veo tan espectacular y junto a su hermosa figura un
hombre ya viejo y canoso ¿cómo es posible que esta bella mujer se halla fijado
en este señor ya entrado en años? La verdad que es una historia muy larga.

Bajamos y saludamos a los concurrentes
a la cena, hay varias mesas primorosamente vestidas con sus manteles blancos y
sus servilletas con cubiertos, luego nos presentamos a los que no conocíamos, me
tocó por vecina de la mesa a una abogada como yo y nos pusimos a hablar y me dice ella que le
parecía que yo era su colega no sé porque motivo.

Al rato vienen los mesoneros
sirviendo la mesa, comimos y de allí vamos al bingo, esa noche la suerte estaba
de parte de mi pareja y yo, ya que ganamos consecutivamente el juego, luego
pusieron una música muy suave y saqué mi pareja a bailar y de allí nos fuimos a
dormir.

Al otro día nos llamaron y ya
era tarde, nos bañamos con agua caliente y salimos, nos desayunamos y abordamos
el bus, nos fuimos directamente a la laguna, es impresionante que tal cantidad
de agua esté depositada a tan gran altura, no se ve de donde entra el torrente
de agua que la alimenta, pero si vimos por donde sale, es un cristalino riachuelo
que corre entre las piedras montaña abajo, en ocasiones se pone débil y de
repente empieza a correr caudalosamente, dicen que es que llueve en los
comienzos de la montaña de vez en cuando, el frio es impresionante, tanto mi
bella como yo vamos bien abrigados para poder soportarlo.

Hay un puentecito y vemos como
dentro de la masa de agua se mueven unas formas vivientes, son truchas o peces
de agua fría que están allí mirando a ver que lanzamos al agua para ellos alimentarse, a lo
que cae cada pedazo de pan salen presurosas del agua y con su misma velocidad
atrapan lo que le lanzan y se sumergen nuevamente.

De allí vamos a una especie de
fuente de soda, por todas partes se observan jardines que cautivan a todo el
que los vea, el color predominante es el rojo, el azul también se observa causando
junto con el blanco una bella combinación de colores en aquellas alturas,
siendo el verde el color predominante.

Luego recorrimos el pueblo de Santo
Domingo, almorzamos y estuvimos caminando, fuimos a la truchicultura, que es un
criadero de esos peces que están dirigidos por los dueños del hotel y con sus
productos surten todas las pescaderías, hoteles y casas del sector, nos dieron
las 5 de la tarde y regresamos al hotel, cenamos y a dormir nuevamente para
salir de este paraíso por la mañana y allí termino nuestro maravilloso viaje.