Un beso, un despertar

Un beso, un despertar

Javi Toscano

27/02/2021

Había quedado con ella a la entrada del parque de cabecera, yo llegué al menos con veinte minutos de antelación ya que los nervios me impedían seguir en casa mas tiempo.Era mi primera cita con una chica.

La vi acercarse en la distancia y un pequeño escalofrío recorrió mi espalda, venía entallada en un precioso vestido azul que realzaba su maravillosa melena rubia. Al llegar junto a mi, nos saludamos tímidamente y comenzamos titubeantes nuestro paseo.

Tras un recorrido sin rumbo pero lleno de miradas y sonrisas fugaces llegamos a un pequeño lago donde decenas de esbeltas garzas comenzaban su ritual de apareamiento, allí junto a la valla de madera le acerqué mi mano a la suya y con un pequeño tamborileo sobre sus dedos acabé entrelazando nuestras manos y sentí como mi piel se erizaba y ella se giró para mirarme.

Expectante por su reacción, los siguientes segundos se me hicieron eternos hasta que me brindó una insinuante sonrisa que sin dudarlo tomé como una invitación a dar un paso más y antes de que se arrepintiera, me acerqué a ella, le aparté el pelo de la cara y acerqué mi boca a la suya y al sentir la calidez de sus carnosos labios, me dejé llevar y mi vida cambió para siempre.

A mis cuarenta años, tras darme cuenta que había vivido una vida feliz pero no completa, dejé a mi marido con  mis dos hijos  ya mayores de edad y me he lancé junto a mi querida Mar, a vivir nuestra nueva y excitante vida juntas.

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