Primavera, una de las estaciones del año mas linda, cuando todo lo verde y los colores renacen, así como el amor.
Aquella tarde programamos una salida, como siempre cada sábado salíamos a bailar, éramos cuatro chicas y en cada salida solíamos compartir los gastos.
Aquel sábado, llegamos más temprano, durante la semana se anunciaba la llegada de un artista famoso al club Barrio sur que estaba en la periferia de la ciudad. Domenico Modugno el que nos enamoraba con sus poemas y canciones de amor.
Buscamos un sitio cerca del palco, no queríamos perdernos nada, la música de fondo era buena el disc jockey seleccionaba su música acorde al artista que actuaba cada sábado.
El club, comenzaba a llenarse de gente joven, y algunas parejas mayores; como cada sábado jugábamos a ver quién salía primero a bailar, en ese momento apostamos la primera que saliera se ganaba un premio. Todo pago la próxima salida.
El plan estaba hecho, la noche se prestaba para divertirnos, los chicos de la barra eran varios y siempre sacaban a bailar a las chicas que estaban más cerca de la barra.
Un grupo de seis chicos estaban en una esquina del club, muy cerca del palco, uno de ellos se acercó a nuestra mesa y me invitó a bailar, mis amigas habían perdido la apuesta.
La música lenta invitaba a bailar pegados, sentí sus brazos en mi cintura y su respiración en mi cuello, lo cual me hizo reaccionar al instante, traté de alejarlo de mi, pero fue imposible, seguía presa de sus brazos que suavemente me recorrían la espalda hasta la cintura.
Las preguntas llegaron todas juntas, que si tenia novio, que si era libre, si mi corazón estaba solo, si era de la ciudad, fui por orden a sus preguntas, novio no tengo, si lo tuviera no estaría bailando contigo, mi corazón es libre para amar y si soy de esta ciudad le respondí.¿Porque? _No te vi antes, me contestó, quizás es casualidad, mas vamos a la confitería del centro, hoy porque esta el artista de moda, pero cada salida tomamos algo en la confitería y luego volvemos a nuestros hogares, siempre estábamos solas y los lugares para ir a bailar por lo general se va en pareja.
El también estaba solo y algo pretendía, sentí que habia quimica entre los dos y en un momento me pidio que seamos novios, no supe qué responder; le pedi un tiempo y me dijo que cuando terminase la música quería la respuesta.
Era todo un caballero, muy delicado, pero yo me sentía en una encrucijada sin saber qué responder y con mis amigas no podía contar, fue entonces que recordé algo que me habían dicho, hazle caso a tu corazón que el te guiara.
La musica habia terminado y ya tenia la respuesta, acepto ser tu novia, me cubrio con suavidad la cara y llego ese magico beso, que duro una eternidad.
Llegamos a conocernos tanto que con solo mirarnos sabiamos lo que queriamos uno del otro
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