El mar cercaba sus pies. Jazmín reía,mientras Wilson procuraba besarla. El viento y las olas inundaban todo.San Andrés,era el regalo perfecto como preámbulo a su graduación.En quince días,en el salón de eventos,vestiría una toga y recibiría su título de contadora,luego saltaría y con sus compañeros,lanzarían sus birretes al aire desbordados de alegría. En la reunión,su madre y hermanos la abrumarían de besos y abrazos.Un amigo llevaría la música,y llena de invitados la casa,bailaríamos hasta bien entrada la noche.
Un brillo cegador,repentinamente le golpeó como si fuera el sol.
Jazmín estaba a la entrada de la casa.El sol abrasaba las tejas de barro,La gente buscaba sombra en los andenes.Hacia el oriente,la calle cual cascada polvorienta,moría abajo en el caño de aguas negras,pavimentado y mal oliente.viejos y cercanos recuerdos:la playa.la algarabía y aromas de comídas deliciosas.Wilson la besó,ella sintió el sabor de la piña colada.Muchos recuerdos venian y desaparecian.
Veínte años, habían pasado.Actualmente era la contadora sin título de una estirada familia.Una mulata ejecutiva:bonita y bien educada;vestía trajes elegantes y usaba finos perfumes.Pero muy pronto tendría su título.
Algo pesado oprimió su pecho.Olía a tierra húmeda:»quizas llueve afuera-pensó».Ahora todo se hacía oscuro…
-flores perfumadas? -temerosa comenzó a orar.
multicolores destellos,dibujaron el rostro de Wilson,tiernamente besó su cuello;pero ella estaba disgustada:
-Me voy a vivir sola!
,-donde vayas estarás con Dios -fue una frase que luego no comprendería porque la dijo.
-no,me voy sola!
El martes,Jazmín se accidentó en la moto y ahora estaba en cuidados intensivos. Tenía el rostro hinchado y sus mejillas laceradas.Un ojo amoratado estaba casi cerrado.Su cabeza y su cerebro llevaron la peor parte,sorpresivamente hablaba:
-Wilson!-El tomó su mano suavemente.
– ¡Deme vida! – ella le suplicó al oído.
Su alma se partía y quería entenderla.Entonces la besó una y otra vez,y solo la enfermera logro convencerlo de abandonar el cuarto. Camíno a casa una frase martilleaba en su mente: «Pídele a Dios otra oportunidad.»
Un pajarillo moría tristemente.Algunas veces los vendavales son mortales.
-Wilsoon!- La enfermera temblaba conmovída.El grito huyó por los corredores y ella expiró.
-noo!-arrodillado rogaba que Dios lo despertara- ¡Noo,ella no puede morir!
Pero si…Jazmín había muerto.Tras la tristeza,vino el entierro,luego el vacío.
Días después…
Casi amanecía. Christian,el hermano de jazmín,recostado en la cama de su madre;se disponía para irse a laborar.Tres pasos de tacones se detuvíeron frente a la puerta.Oyó un susurro ininteligíble,avanzando en el espacio.Luego algo etéreo,sorpresivamente ocupó su cuerpo,acostándose en la cama.Su esposa dormida,murmuraba:»Jazmín!».Un ruido metálico,hizo que lo etéreo saliera súbitamente de él.
-¡Soñaba con ella!
-¡No.Ella está aquí!.¡Sientes ese aroma de rosas?
-¿Sientes esa alegría?
-No,solo las rosas!-Murmuró la mújer.
-Se siente como niños jugando…
Repentinamente,llegó Wilson en la moto.
-Amoor! ¡Amoor!-.tras las ventanas,se veía que el abrazaba y besaba el vacío.
-¡Adios a todos!¡nos vamos para San Andrés!
Cuando Wilson se accidentó,determinaron que su ebriedad era extrema y que había muerto instantáneamente. Al levantar el cadáver,notaron que sus labios tenían …cristales de sal marina.
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