Perfil público

A ella le encantaría estar escribiendo esto con una taza de café bien cargado a la orilla de la playa, bajo el calor del sol, pero solo se encuentra sentada sobre una alfombra café en un país que ni siquiera es el suyo. Morir y renacer constantemente, esas palabras han dado vueltas por su cabeza desde hace unos meses, ¿Será que se dejará morir, será que ha dejado que suceda? Jessica es seducida ante aquella taza de café con mucha azúcar en una noche de Noviembre, ante un par de cigarrillos compartidos, ante largas caminatas nocturnas, ante noches eternas, ante miradas ruidosas y palabras vacías. En Marzo la seducen las películas complejas, las palomitas robadas, los besos no dados (cuatro, siempre cuatro), los paseos nocturnos en bicicleta, bailar en pareja, las sonrisas traviesas y los regalos semanales, aunque también (y eso quizá en cualquier mes) es seducida por las peleas diarias, los celos incontrolables, los estallidos internos y la lágrimas constantes, hasta que Noviembre llega de nuevo... Jessica a sus catorce años se pregunta constantemente quien es, bajo ese cielo estrellado sobre aquel tejado rojizo, y piensa que es la perfección nula que existe en ella, las burlas que quienes no pueden entenderla, la novela que ha leído cinco veces consecutivas para no sentirse sola, a sus dieciocho años se lo ha vuelto a preguntar mientras camina doce cuadras diariamente a la misma hora, es sentirse apretada cada día con diversos unitardos de colores desde su cuerpo hasta sus pensamientos, es dudar, es dudas constantes todo el tiempo. Y hoy se pregunta quién es, a sus veintitrés años, quién ha sido y quién ya no es.... Y es las largas charlas con sus mejores amigos, es cada película de súper héroes vista, es aquel disfraz de Spiderman vacío, es en lo que se convierte cada vez que visita a aquel niño que creció junto a ella, con aquella pequeña señorita, es burlarse de ella misma para poder sacarle una sonrisa a la persona que más ama, es fumar marihuana y robar adrenalina, es aguantarse aquel grito y arrepentirse después. La verdad es que ni siquiera sabe qué es, pero sabe que no es cinco cosas: 1. No es la que aborrece a su madre por haberla mandado joven al mundo. 2. No es la que maquilla su rostro a diario, 3. No es la que cuida su vocabulario cada mañana, 4. No es una idiota (aunque existan días donde aparente serlo y 5. No es ningún odio guardado. Jessica va a donde le griten sus sueños, a donde aprenda de nuevo, ella va a donde haya grandes amores y cielos claros, donde encuentre libros con miles de historias, donde hay poemas no contados y donde hay mucho chocolate ella va ciegamente. Ella jamás querrá ir a donde deban de estar todos peinados, donde los hombres no sepan llorar y las mujeres no sepan golpear. Y siempre lleva consigo aquel beso mágico, a esas dos mujeres fuertes, a su padre indiferente, esos amores mágicos (y trágicos), y también se lleva ese cabello cortado, esas uñas mordidas y mal pintadas, esa piel tatuada. Lo que no se lleva no lo quiere escribir aquí. A ella le apasionan muchas cosas y se nota en su mirada, la apasiona subir rejas y saltar de techo en techo, en algunos momentos romper las reglas, le apasiona andar en patineta (aunque realmente no sepa hacerlo), subirse a miles de aviones y viajar, y sentir la adrenalina en las montañas rusas y gritar, y gritar tan fuerte aunque no sea necesario, y estas allá (ella sabe donde), le apasionan las miradas que no se silencian nunca. Le apasiona nadar contracorriente y a veces dejarse llevar, y pelear sin sentido, mientras sea divertido, le apasiona la acción y salir corriendo en toda dirección. Le apasiona besar ciertos labios, sobre todo sin previo ensayo.