No creo que sea necesaria una descripción. Me gustaría pensar en una especie de literatura anónima, si pudiera ser, manuscrita. Los libros solo guardarían como sello la misma caligrafía, que delata al autor. Quién sabe, quizá podamos crear una linea de literatura anónima, lejos de la vanidad y del concepto de autor clásico, que tan ligado va a la lectura obligatoria. En el espacio onírico que creo cuando pienso en esta utopía, los lectores se emancipan por fin de la academia. Solo libro y lector, lector y libro. La academia ya no puede dictar un centro, pues está más ocupada en indagar y recopilar libros para vincularlos a su casi anónimo autor, o quizá a un seudónimo que en construir una figura canónica de la literatura. Y de intentarlo, sería tan fácil refutar y enrevesar el canon, que el oficio de las letras ganaría un aspecto ambiguo, casi mágico.
Interesado por: Microrrelato, Cuento corto / relato breve, Poesía, Artículo / Crónica / periodismo literario, Ensayo / No ficción / Divulgación
Autores o libros favoritos: Jorge Luis Borges, Los teólogos, El zahir, Argumento ornitológico.