Las manos frías de la noche tocan mi puerta, cinco golpecitos a despecho de mi descanso, la puerta se parte en dos y la habitación oscura de pronto adopta la luminiscencia de una luciérnaga, una pequeña luz intermitente recorre mis pupilas, un susurro, un secreto, una lanza directa hacia la profundidad de mi consciencia, el...
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