Deudora…

Deudora.

Amada mía, dueña de mi vida, alma y cordura, mi musa, mi inspiración, la persona que con su sepulcro sello también el color que vimos juntos, los lugares que compartimos.Aquellos son hoy un recuerdo doloroso de lo que fue y lo que no volverá ha ser, ¿porque me dejaste?, solo me viene a la memoria esa promesa que nos hicimos y que jamas se cumplió, la deuda que me llevo a una condena, y como alma en pena deseo su factura para calmar mi corazón.

Tú, la razón de que mis días antiguos tuvieran una dirección, eras la brújula que me pudo encontrar a mi mismo, y eres solo tu, poseedora de mi razón, que puede dar constancia de que fuiste la única en descubrir mi verdadero yo, algo que ni yo mismo logre entender, pero si amar.

Amor, como deseo tu compañía, pero estés donde estés, no debes dejar que esta codicia mortal te amargue tu descanso, porque más temprano que tarde, estaré contigo, apreciando el crepúsculo que cuando viciabas mi día con tu presencia, era el momento que nunca nadie nos quito.

Espérame, mi único y empírico amor, porque algún día, volveré a sentir tu calor, nuestros sentidos volverán a estar en esa sinfonía perfecta que solo nosotros somos acreedores de conocer, porque amor, solo tu conoces la melodía que hoy ansia mi corazón.