¿A qué hora se hizo tan tarde         
que no hay cama que me guarde?    

Si en mi sueño me visitas           
y si hablar conmigo quieres,      
más te vale que lo admitas.         

Y hoy desperté al medio sueño.        
Digo hoy, pero hay tal tiempo ido    
que en tu mención frunzo el ceño     
de oírte en ayer perdido.                 

Pero, ¡tragedia!, es de día    
y el raro sol invernal             
asciende a insuflar su mal    
que la tos y tos decía.            

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