este es un micro relato fantasioso.
Todo pasó sobre un fondo estrellado.
Todo pasó rápido, con un cruce de miradas.
Todo pasó hace miles de años.
Todo paso con un “hasta luego”.
Hoy una noche como cualquiera luna observaba a las parejas, desde su trono junto a sus fieles acompañantes, las estrellas, fantaseaba en ser como esa parejas, deseaba volver a verlo, él era quien salía sobre las montañas, las crestas aún desnudas se bañaban en su luz, las aves revoloteaban en los follajes de los naranjos, las rosas daban a las brisas sus delicados aromas solo con sentirse acariciadas amorosamente por él y las nubes de oro eran esparcidas por el aliento amoroso del viento.
El primer encuentro ocurrió hace miles de años durante el cambio de noche a día; una reina se iba y un rey salía, ocurrió rápido y solo las pomposas nubes fueron testigos del primer encuentro fugaz.
En cierta temporada luna se hace bonita para su sol, hasta parecía tener luz propia, luna bailaba toda la noche dudando de si era suficiente y sol la notaría, empezaba a surgir el dragón de los celos que descansa en cada persona y despierta cuando se quieren llevar a la única rosa de tu jardín.
Con la llega del alba, sol miraba a luna y preguntaba a sus acompañantes de la noche por su reina ¿acaso no era amor? El pequeño sentimiento de preocuparse por la otra persona, pensar en esa persona todos los días y sin intercambiar palabras llegar a desarrollar un sentimiento por esta; eso debía ser amor para sol, luna su inmaculada llena de gracia era todo, sol a veces maldecía a el dios vendado que lo había vendido a un trabajo sin descanso.
Y aunque no pudieran ser una pareja normal, sus encuentros han sido los más hermosos para unas personas como nosotros, el cambio del cielo empezaba con unos tintes azules y naranjas para luego pasar a ser unos tintes oscuros pero con pequeños destellos esparcidos por el cielo.
Aunque podíamos creer que luna estaba sola, la verdad nunca lo estuvo, lejos o cerca tenía a las estrellas; por su lado sol era el centro de todo pero al verlo solo tenía nubes, tal vez tengan una gran diferencia y si los planetas lo acompañase pero después de todo ellos solo están con él porque es sol.
En el sonido del silencio ni las miradas agrias de algunos ni el dios vendado ni los planetas ni las estrellas ni las personas ni la muerte ni nada ni nadie impediría lo que pasaría.
Cuando ese dios se apiado de las súplicas de ambos amantes les dio una oportunidad, de acá a más de 300 años ellos estarán juntos por un breve momento, luna se posara delante de sol cubriéndolo completamente, en ese momento el cielo oscurecerá pero sol y luna brillaran.
Yo esperando el encuentro de ambos amantes, mientras la niebla va siendo rasgada, y las montañas son bañadas de un color metálico, justo ahí hacía su aparición el rey mientras su reina se posaba delante de él, junto al cielo ahora oscurecido, por una traviesa luna que quería quedarse más tiempo y ambos tan hermosos al fin juntos en el mismo momento y más cerca que antes.
Sus miradas intercambiadas tan dulces y serenas, ambos decían “hola mi amor” y “hasta luego mi amor”, este momento fue el más largo de los amantes, bello con la persona indicada para contemplar un eclipse.
Sol y luna los amantes al alba y al ocaso, ellos que con su llegada cambian al mundo.
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