EN VERDAD LO ESPERO.

En verdad lo espero.

En verdad espero que seas feliz.

Que cada día desde que te fuiste sea mejor que cualquiera de los que vivimos juntos.

No importa cuánto me dolió tu partida, yo siempre te voy a desear lo mejor.

Así debe ser, ¿no?

Cuando alguien amó como yo te amé, lo único que queda es desearle paz, aunque uno se hunda.

Espero que borres mis fotos.

Que cierres el ciclo.

Que me saques de tu cabeza como si fuera polvo.

Yo también lo intentaré, aunque eso signifique empezar a morirme un poco cada día.

Ojalá encuentres tu camino.

Que alguien te cuide como yo lo hice, que te adore, que te piense, que te rece.

Que alguien pueda darte lo que yo no supe darte, y que tú, por fin, te entregues sin miedo.

Pues sé que aunque me lo negaste, tu corazón se fue a otra parte.

Y no, no te preocupes, yo lo entiendo, lo comprendo, a pesar de que me duela tanto.

Por eso espero que  te vaya bien, que seas feliz a aunque no sea conmigo.  

Lo digo en serio, lo digo bajito, casi en secreto, como quien se despide sin emoción: en verdad lo espero.