Carta al amor

Sin saber cómo empezar he decidido escribirle esta líneas, mientras en mi mente van y vienen las palabras, se enredan cuando llegan al papel.

Hace tanto que nos conocemos, como así las historias vividas.

Cuesta expresar tantos sentimientos encontrados y hallar la manera de tratarlo, lo tuteo por cariño pero le hablo de usted por el respeto que merece…

Creo el motivo que me impulsa a llenar estas líneas es que le he dedicado a lo largo del camino mis derrotas y victorias. Te eh hecho cargar con la culpa de mis elecciones, de mis impulsos.

Me aferre a ti en su momento como si fueras mi única salida, creo que no comprendí que solo eras una opción entre varias y que las cosas se dieron por la forma en que me maneje contigo.

Has estado presente en mi vida en todos los momentos, desde niña presente en la familia, al crecer en mis amigos y con el tiempo en mis relaciones. En estas últimas es donde no comprendo tu manera de actuar, ni la mía cuando te presentas.

Cuentas con la cualidad de maravillar el mundo y de mostrar el dolor más profundo.

Vienes tan distinto, una y otra vez pero siempre eres el mismo escribiendo otra historia.

Sé que debe ser duro para ti ser tan marcado por nosotros, por eso entiendo que te ocultes en ocasiones, pero debes comprender que maltratamos lo que necesitamos.

Particularmente creo que llegar a ti ha marcado mi existir pues en estos tiempos te he esperado con una forma particular, una personalidad única en un ser físico que ha logrado conquistar mi corazón al punto de desearte solo así…

Hoy dudo haber hecho bien en dejar pasar los años encerrándote en esa persona que no da por advertido que te lleva donde va, con mi nombre oculto en ti…

Debo dejarte libre y verte partir siendo solo así que regresaras a mí en la manera justa… nos volveremos a encontrar y nos conoceremos nuevamente de otra forma, sabrá el tiempo si será mejor… o no…

Confieso que en lo más profundo guardo la esperanza de que tú y yo cerremos en algún momento una historia más con un final merecido para ambos, aprendiendo a convivir el uno con el otro.

Ya no tengo más que decir …

Querido Amor la reacción de este corazón siempre ha sido contigo trasparente, tanto en la desilusión haciendo que cargues la mochila de la culpa como así en los triunfos permitiéndote portar tan esplendido trofeo…

Sin otro particular que estas simple líneas, lo saluda atentamente.

Mi corazón… y yo…