Tu Cálido Silencio

Hola, soy yo de nuevo. He pensado en ti mientras me tengo que ocupar de otras muchas cosas. Es impensable que divagues tan incesantemente dentro de esta débil mente incapaz de recordar, e incapaz de concentrarse en algo. Pero tal parece que cuando se trata de ti, no existe tal incapacidad. 

Tal parece que me capacité en ser capaz de centrarme solo en ti y nada más que en ti, no sé si sea una desventaja o no, pero cada tanto vas y vienes a mi mente como una oleada de aire fresco que pasa frente a mí, quizá sea para recordarme que aunque no te vea, sí soy capaz de sentir que sigues existiendo en mí. 

De repente en el silencio escucho el sonido de tu voz que me llama a lo lejos, perdiendo la noción de donde me encuentro y que hacía, miro hacia atrás para comprobar que eres tú, te busco por todas partes, pero tal parece que fue sólo una tonta broma de mi demente mente jugando a que estás aquí. 

Se me hace inimaginable pensar que no olvido como me siento al no poder verte solo unas cuantas horas, me emociono sólo con la idea de que te veré, es tan extraño que aunque a veces sienta molestia por algo fugaz, siga sintiendo el deseo incesante de querer verte sin lugar a duda. 

Me acongoja la idea de no poder verte o siquiera sentir que no estás allí a mi lado. Aunque entre nosotros llegue el silencio, sigo pensando en la calidez y en la compañía que me produce tu presencia.

Aunque a veces el tiempo sea gris y sea tenso, aún así sigo prefiriendo tu compañía, porque sé que no vamos a poder durar vivos toda la vida, y bueno es por eso que creo que no deberíamos desperdiciar tan banalmente la vida buscando rivalidad entre nosotros.