Oh, señor de la noche

Acompáñame hasta el puerto

Compartamos juntos el frío salado del vasto océano

En silencio ataremos el amor

Déjalo caer, déjalo nacer

Entre ecos caminamos guiados por melodías sutiles

Cantarán los grillos y brillarán las luciérnagas

Noche plateada cubierta de horror

Viste nuestra piel de rojo y verdad

Sin miedo aférrate a mis huesos

Danzando las olas cubren la arena negra de mis pies

Sin miedo arropa mis manos con tu latir

Escribano de papel y piel

Negra tinta tiñe el lienzo de dulces siluetas

Cruel amor muéstrame entre lirios rojos mis pasos

Guía con tu mirada mi final.

Etiquetas: poesía prosa verso

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS