Dos palabras fundidas en un único destino

Y llegara nuestra hora, 

seremos dos palabras fundidas en un único destino. 

Tú frente a mi, con tus ojitos hermosos mirándome en medio de la noche

y yo muy cerca de ti, hecha nudos, muriendo por abrazarte y llenarte de besos. 

Tu respiración y tu latido, fueron mi arrullo. 

Tus dedos dibujando mundos en mi espalda el único sueño que quiero perseguir. 

Mi cuerpo abrazado al tuyo, mi lugar favorito.

Y llegara nuestra hora, seremos dos almas con un solo propósito. 

Mi mirada te recorría. 

La emoción y la alegría me habitaban, 

tu mirada me llenaba de calidez y solo quería besarte, 

descubrirte y respirar en tu pecho.

En un beso lento muy lento, 

fuimos reconociendo nuestras bocas, nuestra forma 

y en medio del placer más puro, 

nuestro beso se torno fuego lleno de pasión y arrebato, 

nuestras manos apretando nuestras formas 

y teniéndonos muy cerca, más cerca que nunca.

Nuestra piel se encontró, en la combinación perfecta. 

Tu piel sobre la mía, mi espíritu renació en ese instante. 

solo quería acariciarte por siempre 

que mis manos nunca dejaran de tocarte,

y que mi piel se fundiera sobre la tuya 

en medio de nuestro ardor.

En la danza más armoniosa nos encontramos,

nuestras almas encontraron refugio, 

nuestros cuerpos descubrieron la melodía

que juntos creamos. 

Ivonne Méndez

Marzo 2025