Viejo Loco I

Hoy desperté en un mundo nuevo, nada tenía sentido hasta que me acercaba o lo enfocaba. En ese momento lo aparentemente etéreo, difuso -no sé cómo describirlo- cobraba alguna especie de sentido.

Parece que pasaron siglos desde la última vez que escribí lo anterior, acá todo pasa diferente. No envejezco, lo que me gusta se conserva como el primer día. A lo que no le presto atención solo cambia y pasa tanto tiempo que ya no logro recordar lo que era. A veces pienso que desaparece gente, pero, honestamente, no me importa. Al fin y al cabo no los recuerdo.

Sigo en este mundo, todo está bien, pero las cosas empezaron a cambiar. Hace un tiempo no me estaba sintiendo bien y este lugar lo sabe, intenta congraciarse conmigo. Cada vez más lo siento como un acompañante y no como un sitio o espacio como creí en un principio.

Hay personas que saben cosas de mí que no deberían, me preguntan cómo estoy.

¿Cuánto llevo acá? La tinta de lo que escribo sigue fresca, sigo sin envejecer. Leí todos los libros de cinco bibliotecas diferentes. Cada vez tengo más dudas sobre este hermoso lugar.

Solo me puedo refugiar en esta libreta, que parece lo más presente de este espacio. Esto me toma tiempo; como curiosidad, después de que estoy un tiempo escribiendo, otro libro se agrega a mi biblioteca favorita. No hace falta escribir mucho, los conté y cada palabra es un libro nuevo, no siempre me gustan, pero no me toma nada leerlos.

Hay una curiosidad de la que me acabo de percatar. Cuando no estoy escribiendo, recuerdo perfectamente lo que leí, pero si quisiera transcribirlo, no podría. No puedo.

Pasaron al menos dos o tres siglos más, o por lo menos según el calendario que me inventé, había perdido este cuaderno; creí que la tinta ya iba a estar seca.

Mis familias no fueron reales, mis amores más queridos, fútiles ilusiones. Hoy murió mi último hijo, recuerdo estar llorando por él y cuando desapareció de mi realidad, mi tristeza se fue con él.

¿Dónde estoy? Después de tanto tiempo, ¿quiero un descanso de la felicidad y la vida eterna? ¿Quiero pasarla mal? ¿Si dejo este lugar, voy a morir? ¿Cómo me voy? Después de todo, no sé cómo llegué.

¿Quién era antes de llegar?