Tres historias bajo un árbol
tentadas de recuerdos se juntaron.
Con un rosado pantalón de verano
la viajera desplegó algunos relatos.
Tres en total disfrutaron de la brisa
y
con risas celebraron
anécdotas y visiones del presente
y
del pasado.
Tres corazones se entrelazaron
y comprobaron que solo falta una sombra,
una fruta y, a veces, un té helado
para hablar del alma, de la vida y lo enterrado.
Tres pares de zapatos, volvieron a sus asientos,
a la altura de las montañas
donde los elegantes pájaros
a veces se transforman en avispones cargados.
Tres colores este día
el pantalón rosado, el vestido rojo y la corbata azul drapeado
rompieron la rutina
y conversaron en un paréntesis, bajo un árbol.
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