Pasó en un mes…no, en un mes y medio.
Abrí los ojos una mañana, miré mi reloj.
9:00 am. Maldición. Era tarde.
Iba tarde a la universidad. Mi primera clase comenzaba a las 8 y era una de esas clases en la cual era super difícil la materia y quien la llevaba a cargo era un profesor asquerosamente estricto. Si disculpen si lo digo así pero…es así.
Me puse cualquier ropa que encontré tirada en mi habitación, sé que soy un completo desordenado y que debería mejorar ese aspecto, pero cuando vives solo y te pasas casi todo el día en la universidad como yo, es un poco complicado hallar un hueco en el día para ordenar todo, no quiero ponerlo como excusa pero se me hace complicado agregarlo a mi itinerario con todas las clases y trabajos que se deben entregar en un tan corto tiempo.
Salí corriendo lo más rápido que pude sin saber si traía el polo volteado o no, seguramente al llegar el profesor me iba a reprender por la hora y darme un sermón de como interrumpo su clase, pero era mejor haberse perdido una hora de su clase a haber perdido toda.
Por suerte mía, no vivía lejos, podía llegar caminando en 15 min y si corría podía hacerlo en 5, y eso era lo que estaba haciendo, con mi mochila( la cual solo tenía una libreta y mis lapiceros) llevándola en mi mano y en la otra un sándwich que me regaló la señora del arrendamiento justo cuando salía como una bala.
Crucé la pista que separaba la calle, estaba ya en la puerta de la universidad a punto de ingresar y en mi mente ya iba preparando mi excusa para decirle al profesor por mi tardanza pero justo cuando ya estaba visualizando ese momento…
¡PUM!
Caí al suelo por haber chocado con alguien.
Alcé la mirada listo para gritarle al idiota que me chocó. Cuando lo hago veo que es una chica y no cualquier chica, es Rose, y al igual que su bello nombre, ella también lo era, con esos ojos grandes e inocentes, sus labios rosado suave y sus mejillas que siempre tenían un leve rubor, era hermosa.
Era la hija de una amiga de mi mamá, por lo que nos conocimos desde que éramos niños y nos hicimos amigos y terminó por gustarme, nunca se lo dije, con el tiempo ella hizo su propio grupo de amigos y yo el mío y solo nos veíamos cuando nuestras mamás se juntaban o si nos cruzábamos de casualidad en la calle.
Terminamos estudiando en la misma universidad. Pero incluso con los años, ella me seguía gustando, siempre se me aceleraba el corazón al verla y me sudaban las manos al hablar con ella.
Y en esa ocasión no fue la excepción.
_ Disculpa, no te había visto_ le dije tendiendo mi mano para ayudarla. Ella tomó mi mano…Dios mío…¡Ella tomó mi mano!
_ Ah, eres tú Nico jaja no te preocupes ¿ Vas tarde a clase?_ dijo mientras se levantaba con mi ayuda.
Estaba nervioso, temía que mi mano comenzara a sudar mientras ella todavía seguía sosteniéndola.
_ P-pues…s-sí voy tarde jeje, una hora tarde_ le dije tartamudeando un poco. Ella abrió sus ojos demostrando su asombro.
_ ¿Una hora? Nico, que tu mamá no decía que eras disciplinado?
_ Sí, lo era…cuando estaba con ella_ dije un poco avergonzado. A mi mamá siempre le gustó alardear de cualquier cosa_ Ahora estoy viviendo solo.
_ jajaja Ah eso lo explica entonces_ respondió mientras me regalaba una de sus más lindas sonrisas que yo había visto.
Noté que en el suelo había una bolsa llena de libros que parecían pesados, seguramente de ella, los recogí.
_ ¿Son tuyos?_ pregunté, pero qué idiota claro que son de ella, no había nadie más cerca.
Ella volvió a reír.
_ Sí, son míos, no te juzgo, yo también estoy llegando tarde a una de mis clases_ me recibió los libros y volvió a sonreírme.
Yo también sonreí, ahh…ella era hermosa…
_ ¿ quieres que te ayude a llevar los libros? _ le pregunté sonriendo, solo quería pasar un momento más a su lado.
_ Nico_ dijo y me hizo una seña para que me acercara más a ella, estaba muy nervioso. Me estaba pidiendo que me acercara más.
Lo hice mientras seguramente seguía con la sonrisa de tonto.
_ ¿ No que llegabas tarde a tu clase?_ me susurró con una sonrisa traviesa.
Solo podía ver sus ojos, esos lindos y grandes ojos color café y…espera
¡Mi clase!
_ ¡ Cierto! lo siento por haberte chocado_ volví a la realidad. Ella volvió a reír y me alzó la mano en despedida mientras yo me alejaba para entrar.
Había una cola, otros estudiantes que también habían llegado tarde.
Bueno, perdí un momento por hablar con Rose, tendré que rogarle a ese profesor para que me deje entrar a su clase, pero por lo menos pude hablar con la chica que me gusta y pude verla sonreír.
Después de todo no había sido una tan mala mañana.
Estaba a punto de ingresar cuando volví mi mirada hacía donde estaba Rose, ella estaba en un llamada.
Pero noté algo.
Su rostro ahora estaba con las cejas fruncidas, parecía molesta y a punto de llorar, para nada era la sonriente Rose que me había hablado hace un momento.
Me quedé viéndola, incluso un tipo que estaba a mi atrás me empujó para que avanzara en la cola para el ingreso, pero no podía dejar de verla, sentía que algo malo iba a pasar.
En vez de ingresar a la universidad, Rose se alejó y parecía que su intención ya no era ir a clase.
Y fue cuando lo vi.
Vi lo malo que estaba a punto de pasar.
Salí de la fila donde estaba y fui corriendo directo hacía Rose.
Tenía que alcanzarla, debía hacerlo.
Rose estaba a punto de cruzar la pista que separaba las calles y en eso una camioneta negra venía a toda velocidad.
Incluso antes de que pasara, podía visualizar el horrible final que tendría esto.
No puede suceder.
No debía suceder.
Tenía que evitar que sucediera.
Corrí lo más rápido que pude, debía advertirle.
_ ¡ROSE! ¡ROSE!_ grité todo lo que mis pulmones me daban.
Ella estaba justo cruzando la pista y volteó al escucharme gritar, su rostro estaba sorprendido.
Justo en ese momento la camioneta negra tocó la bocina, la mirada de Rose que estaba en mí volteó para ahora fijarse en como la camioneta negra iba a toda velocidad hacia donde estaba ella directamente a chocarla.
Todo se hizo lento, vi su rostro horrorizarse por lo que iba a suceder, escuché el grito desesperado de las personas de alrededor y me vi a mí mismo ir directo hacía ella.
Justo cuando la tragedia iba a suceder, llegue en el lugar donde estaba y la empujé con todas mis fuerzas que tenía.
Ahora sentí como mi rostro al igual que el de Rose se horrorizó al ver a la camioneta negra ir directamente hacía mí.
Y de repente sentí un dolor punzante y todo se hizo negro.
Lo último borroso que vi fue a una Rose con lágrimas en los ojos tirada en la vereda y una raspadura en su brazo, y lo último que escuché, su llanto desgarrador al seguramente verme.
Y mi último pensamiento fue que ya no tendría que darle ninguna explicación a mi profesor por mi falta a su clase.
.
.
.
Abrí mis ojos nuevamente, estaba en la cama de un hospital, milagrosamente no me dolía nada, tal vez el choque con esa camioneta no había sido tan grave, me sentía perfecto hasta un poco liviano incluso, tal vez había bajado de peso.
Un doctor entró y atrás suyo estaban mis padres, que se veían muy preocupados, pensé que se alegrarían al por fin verme despierto pero todo fue muy diferente.
_ Aquí está su hijo, señora_ le dijo el doctor a mi madre, ella comenzó a llorar mientras mi papá la abrazaba intentando ocultar sus propias lágrimas también.
_ Mamá, ya no llores, estoy bien_ le dije con una sonrisa, seguramente se asustó mucho.
_ ¿Y cuando despertará doctor?_ le preguntó mi papá
_ Papá ¿ Que no ves que ya lo estoy?_ le dije en reproche_ Más bien, ¿ Qué paso con Rose?
Pero nadie me respondió, siguieron conversando entre ellos ignorándome por completo ¿ Acaso estaban molestos conmigo?
Me levante y me acerqué a mi mamá que seguía llorando, quise abrazarla.
Pero cuando intenté tomar su mano, simplemente se desvanecía, lo intenté otra vez y otra vez, pero su brazo me era intocable, estaba así pero no podía agarrarlo, es como si intentara tocar la nada.
Ellos seguían mirando la cama, volteé también y en ese momento sentí algo, sentí las ganas de vomitar.
En aquella cama de hospital…estaba yo, con todo mi cuerpo lleno de vendas y vías conectadas a mis brazos, solo se podía apreciar mi rostro que tenía raspaduras.
Pero si yo estaba parado al lado de mis padres ¿ Quién era ese que estaba ahí?
_ Señor, lamentablemente no sabemos cuando despertará, su hijo está en un coma indefinido_ dijo el Doctor.
Coma…¿ Cómo que estoy en coma?
Si yo estaba ahí, entonces eso significa que yo estoy…¿muerto?
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