El escritor perdido.

El escritor perdido.

E. Yuan By

10/12/2024

CARTA 1: «Querido Rocelt«

La laguna de los misterios. 13 de marzo 2019

Querido Rocelt. 

Te podría relatar una historia que escuché o la aventura paranormal que viví, pero lo cierto es que desde hace dos meses ignoro que palabras escribir para volver a conectar contigo porque ahora sabes que soy un caos, de los horrores que presagio, mi pavor a las personas y que no logro odiarlos. 

Incluso las marcas invisibles de mi piel ya no son un misterio.

Y ¡ay de mí!, que no para de pensar en escapar de este mundo tan contradictorio donde arriba es abajo y abajo es arriba. Porque he de repetirme que aquí nos tocó vivir y es aquí donde seguiremos viviendo me guste o no, siendo nuevamente esa marioneta hueca que cambia tanto de rostro que no sabe quién es ni a donde va. Es cierto, prefiero mil veces volver al lugar oscuro del que provine que escuchar cómo te burlas de lo que pienso, de lo que creo y de lo que soy.

Si, mi carta está llena de miedos e inseguridades más que de las palaras indicadas para volver a hablarte y es por esa pequeña parte de mí que quiere volver contigo mientras la otra gran parte se niega. He aquí una muestra de mi lucha interna donde la mayoría de las veces gana mi temor al mañana.

Aunque nunca llegues a ver esta carta quiero que sepas que has sido una parte importante de mi historia y espero que estes bien donde sea que estés conmigo o sin mí.

Atte. Ego

Nota del autor: carta reescrita siete veces. 


POEMA 1: «Farola de medianoche»

«Dedicado a todas las mujeres del mundo, en conmemoración por el día 25 de noviembre»

Si has nacido de tu madre,

y no respetas tu primera cuna.

¿Qué le depara al mundo, si no es la locura?

Donde las mariposas rompen en gritos

y las polillas perecen en violeta.

Si las calles no fueran oscuras.

Si los jardines se llenaran de flores,

en vez de quedarse sin ellas.

Tal vez, si no existieran los monstruos

y las pieles fueran etéreas.

Solo quizás los quetzales privados de sus alas,

escaparían de sus cómodas jaulas.

Andar en compañía se ha vuelto sofocante

por temor a lo desconocido;

a lo amenazante.

Nota del autor: poema reescrito tres veces.


RELATO 1: «Rutina»

Despierto, desayuno, trabajo y duermo.

Despierto sobre mi angosta cama, desayuno filete para salir a trabajar, de regreso conozco a alguien, llego a casa y me dispongo a dormir.

En penumbras despierto sobre mi cama, decido tomar una ducha fría antes de comer carne roja. Vistiendo de saco voy al trabajo, al regreso nos volvemos a encontrar, entre sonrisas charlamos y bajo la lluvia regreso a casa para descansar.

El tintineo repetitivo de la alarma me despierta en la madrugada, obligándome a levantarme de la cama mientras en medio de la oscuridad percibo un hedor desgarrador. Tome los guantes y el desinfectante para comenzar a limpiar cada rincón, de regreso de mi trabajo vuelvo a la castaña de ojos grandes con una piel de olor a menta a quien invite a cenar. Por la tarde llevé a pulir y afilar la platería, al regresar me acosté en la cama.

Desactive la alarma antes de que los pájaros cantaran, tome una ducha tibia para luego de horas ir a trabajar. Después de la cena con ella, limpie todo, cambie la alfombra de la sala y me acosté a dormir.

Desperté por la mañana para luego meterme a la ducha caliente, después deshuesé la carne del desayuno, almuerzo y cena, leí un libro y luego me dormí.

Despierto, almuerzo y duermo.

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