Bien saben que para arrancar un tema lo inició con una simple pregunta, ¿Por qué tememos lanzarnos? No hablo de tirarnos a un precipicio, mas bien la idea de dar el paso con personas. Innumerables veces seguramente han tenido la posibilidad con alguien que les atraía, ya sea un compañero/a de la facultad, del laburo, una persona de la calle, un conocido y muchos ejemplos más. Ese miedo que nos invade en donde automáticamente nos inhabilita a tomar esa oportunidad e intentarlo. El NO, por así decirle, siempre lo tenemos, ¿Por qué no buscar el SI? ¿Es tan difícil no tenerle miedo a la suerte de la vida? Como así hay circunstancias de la vida donde capaz tememos de perder una bella amistad con alguien que realmente nos gusta más que amigos, ¿Qué hacemos en esos casos donde el corazón late más fuerte que la razón de una amistad? ¿Ahogamos nuestros sentimientos y seguimos adelante o le hacemos frente? Al mismo tiempo que escribo se me ocurre otro caso en donde por ejemplo una persona que conocimos una noche, pero ese primer encuentro no fue de atracción sexual o lo que fuese, simplemente fueron risas y buena energía. Un momento que no dejo del todo claro que sucedía entre las dos partes, si bien al que están leyendo si tenía claridad con lo que le pasaba. Luego las conversaciones siguieron, la buena onda no desapareció, pero así y todo los indicios de la otra parte no son claros. Acá es donde resurge el tema de una oportunidad, ¿Será esta una de esas personas que el universo decide cruzarte para ver como accionas? Lamentablemente, el miedo de tomar una decisión sobre esta persona surge en que esa elección se lleve consigo una posible gran amistad o así también traiga algo nuevo que tanto estamos esperando. La vida nos trae varias veces estas personas que nos hacen dudar de si son las correctas o son creaciones de nuestra mente. A veces nuestro corazón dice que hagamos algo al respecto mientras la razón dice que hagamos lo contrario, ¿A quién le hacemos caso? Al corazón que cree en los cuentos de hadas y ve todo como un SI o a la razón que piensa objetivamente y lo ve todo como un NO. Lamentablemente, para ustedes no tengo una respuesta clara porque hay días donde me levanto pensando con el corazón, mientras tanto otros días la razón es la que me levanta de la cama. Espero en un futuro poder encontrarme con la respuesta y al fin tomar una decisión en torno a esta circunstancia. Mientras tanto, solo queda disfrutar y estar atentos a las oportunidades que la vida nos pone delante. Recuerden no tenerle miedo al posible éxito.

Atte, 

Facundo Verardo D’Agostino

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS