DIOS CUMPLE SUS PROMESAS

Ya eres vida, eres sólo tú y Él en medio de todos los que también le escuchan y siguen. Él te pensó desde siempre y ahora te ve en medio de todos y te llama por tu nombre como lo hace con las estrellas “cuenta el número de las estrellas, y llama a cada una por su nombre” Sal 147,4

Tú eres vida desde el instante en que Dios “te pensó”. Y te ha llamado para que lo busques y le obedezcas desde el primer instante de tu ser; porque “antes de formarte en el vientre te conocí, antes que salieras del seno te consagré… porque irás a donde yo te envíe…” Jr 1,5.7.

Y siendo ahora tú, Él te habla en el corazón; y tú hablas con Él como lo hizo con el Justo Abraham. Y Dios te dice “no tengas miedo, pues yo estoy contigo para liberarte” Jr 1,8.

Sí, no tengas miedo… ¡confía! No te quedes paralizado. Empieza a caminar en su búsqueda y sigue su voz. Él te mostrará el camino. Confía, déjate guiar. Sabes y seguro estás que Él te llevará por el camino de la felicidad, esa es su promesa. Sabes que lo lograrás porque “elegirás el camino que lleva a la vida” Mt 7,14. Dios te habla, escúchalo en el silencio del corazón. Llámalo y háblale porque Él te responderá. “Llámame, y te responderé; te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” Jr 33,3.

Ya eres vida, eres sólo tú y Él en medio de todos los que también le escuchan y siguen. Él te pensó desde siempre y ahora te ve en medio de todos y te llama por tu nombre como lo hace con las estrellas “cuenta el número de las estrellas, y llama a cada una por su nombre” Sal 147,4

Escucha, habla, guarda silencio, medita y decide. No tengas miedo, confía. Él te guiará por ese camino. Y así cayeras por el peso de tu cruz, por el peso de tu pecado… levántate porque Él te acompaña y su misericordia te fortalecerá. No tengas miedo, déjate guiar por Él. Obedécelo y no dudes del camino elegido. Confía en su promesa.

Porque esta es la fe, y Abraham que escuchó y obedeció, confió y se dejó guiar; habló con Él y hasta le reclamó en algún momento como dos amigos de toda la vida. Abraham mostró así a todos que su fe se manifestaba como fidelidad a Dios. Y Dios cumplió sus promesas. Recuerda, Abraham también cayó por el peso de sus decisiones en medio de ese camino emprendido tratando de cumplir el mandado de Dios, como cualquiera de nosotros, como quizá tú lo has vivido hasta hoy.

Sé fiel a Dios. Escucha, confía, obedece. Emprende el camino. Persevera, cumple la voluntad de Dios para tu vida: conócelo y ámalo más, haz el bien en todo momento y lugar. Y si caes, levántate y prosigue en medio del camino de la vida; y al finalizar el camino de tu vida estarás ya en la puerta del cielo porque elegiste bien, porque al entregarte libremente a Él diste respuesta a su único mandato, porque obedeciste el “amarás al prójimo como a ti mismo” Mt 22,39

Vivirás el amor en el amor y por el amor porque “En el atardecer de nuestras vidas, seremos juzgados en el amor” – San Juan de La Cruz. Porque ese es el único mandato para el camino que lleva a la vida, el amar.

Al ejemplo de la fe de Abraham, déjate amar y sé justo en medio de todos y Dios se fijará en ti. Dios te hablará, respóndele en el silencio del corazón. Obedécele y actúa confiando sólo en Él. Dirige tu mirada al horizonte del amor de Dios y da los primeros pasos por el camino de la felicidad. Obedece su mandamiento del amor. Si caes, su misericordia te bendecirá y te dará fortaleza para seguir, para levantarte y serle fiel en lo poco y en todo. Así cumplirás su designio, sentirte amado y lograrás tu felicidad y la felicidad de quienes se crucen en tu vida.

Llegarás a la meta, la alegría eterna. “Porque has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu Señor” Mt 25,21. Y Dios así cumplió su promesa dada.

Vive tu fe, hazla crecer, confía y abandónate en el Señor. Hoy el Señor te espera ante el Sagrario como Jesucristo Sacramento del Amor; en la Comunión y en la Confesión frecuente. Estás en el camino para Confirmar tu fe. Vívela entonces al ejemplo de Abraham, de la Virgen María, de San Francisco de Asís, de Padre Pío de Pietrelcina, de Carlo Acutis. Todos emprendieron el camino de la vida y la felicidad/santidad; todos cayeron y se levantaron, no tengas miedo, confía en la misericordia de Dios. Escúchale en el corazón, porque siempre estará a tu lado como Dios Espíritu Santo mostrándote la verdad; esa fue su promesa cumplida en el Pentecostés con todos “Cuando venga el Espíritu de la verdad, los iluminará para que puedan entender la verdad completa” Mt 16,13. Ya conoces la verdad y es tiempo de confirmar tu fe; no tengas miedo, empieza y vive el camino de la fe, la vida, la felicidad y la santidad en medio de nuestra Iglesia. Ten seguridad que Dios cumplirá su promesa en ti, como lo hizo con el Justo Abraham.