Estaban Baby Mom y su mamá sentadas en el sillón de la sala para leer un cuento.

—Un momento mamá, iré a la cocina a traer unas galletas —dijo Baby Mom.

—Oh bien Baby mom —respondió su mamá—, me traes a mí también unas cuantas galletas.

Baby Mom se fue corriendo a la cocina, se subió a un banquito para alcanzar el estante donde se guardaban las galletas, cuando de pronto:

—¡Hayyyy! —se oyó un fuerte grito—. ¡Mamá, mamá, una araña!

La mamá llegó corriendo, agarró a Baby Mom de la mano y le dijo:

—Tranquila hija, es una arañita. Mira, está tejiendo su telaraña, no la molestes y no te molestará.

—¿Está tejiendo? —preguntó Baby Mom.

—Sí, las arañas tejen su telaraña, ¿recuerdas, como Betsy Betsy…?

Baby Mom se calmó y se fue a la sala con su mamá. Se sentaron en el sillón para leer el cuento, pero de pronto:

—¡Ruuauuujjjj! —un ruido estruendoso se oyó en el cielo—. ¡Ruuauuujjjj! Otra vez.

Baby Mom, asustada, gritó otra vez:

—¡Mamá, mamá, ¿qué es eso?

—Tranquila pequeña, eso es un trueno. Mira la ventana, parece que va a llover y lo que suena es un trueno. A veces se escucha cuando va a llover. El trueno no hace nada. Ven, dame la mano, sigamos leyendo el cuento.

Baby Mom, calmada, oía atenta el cuento que su mamá le contaba, cuando de pronto:

—¡Flumm!, se fue la luz.

—Mamá, mamá, tengo miedo, no hay luz.

—Tranquila Baby mom, ven, dame la mano, mira por la ventana, allá arriba, está la luna, y está alumbrando.

—Sí mamá, está alumbrando.

—Ya vez, hay algo de luz, no tengas miedo, el oscuro pronto se va y llega la luz.

La mamá abrazó a Baby Mom y se sintió mejor.

—Estoy bien mamá, ya no tengo miedo.

—Muy bien pequeña, ahora eres una valiente.

Baby Mom escuchaba atenta el cuento que narraba su mamá, cuando de repente un escarabajo entró volando por la ventana. Baby Mom sujetó fuerte la mano de su mamá y le dijo:

—Mamá, mira, un escarabajo volador. Yo no tengo miedo, lo atraparé con mi red y lo sacaré afuera.

Y así lo hizo, Baby Mon de un salto atrapó al escarabajo con su red y lo llevó hasta la ventana y lo echó a la calle, su mamá estaba muy contenta, la agarró de las dos manos y le dijo:

—Baby Mom, eres una valiente.

La abrazó, le dio un gran beso y le regaló un sticker de valiente.

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