En la casita de mis sueños lejos del pueblo, en medio del monte, quiero estar sentada afuera en el patio tomando mate y comer buñuelos. Por las tardes, buscar leña para cocinar y encontrarme con el duende, saludarlo con la mano izquierda y pedirle que me ayude. Por la noche, esperar a la llorona para invitarla a cenar. Comer juntos, hablar sobre la vida y el amor, tal vez de filosofía, y después de terminar, despedirla para que siga en busca de sus hijos. Irme a dormir y soñar con las personas que dejé allá abajo. Despertar y limpiar la casa para recibir a mis otros invitados como el lobizón o ucumar. Ahí quiero estar rodeada de árboles en las montañas, allá en la casita de mis sueños.
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