Admiraré
a aquel quien obtenga

en
el coraje de sus días en tierra

los
regalos que el alba ofrece

la
grandeza del silencio oceánico

o
el decir de las casuarinas en verano

porque
aquí

todos
danzamos y cantamos

los
seres, los árboles y el mar.

Admiraré
a quien no viva

bajo
la sombra de la enfermedad

bajo
la cárcel que ofrece el mundo

mirando
el milagro de
las flores

a
través de barrotes y muros.

¿Donde
están los poetas?

los
que viven su poesía

esa
misma que plasman

así
mismo como la
cuentan.

Que
la paz espere allí

donde
deba

al
terminar la canción

o
al terminar la vida

pero
preciso es anclar

nuestra
fe en el mundo

o
morir.

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