El niño migrante

A lo lejos veo un grupo de familia
que al parecer lucha por vivir
¿Qué será lo que los trajo a ésta orilla?
¿Será el viento, será el porvenir?

_

Sus pasos no llevan tanta prisa
pero su angustia es más rápida que un latir.
¿Serán de verdad esos ojos que me miran?
Responde mi mente al mis manos abrir.

_

Un niño inocente con todo juega,
no se esconde, no teme, no tiene vergüenza,
pero al lado de él están esos ojos que me miran,
con mis labios no sé qué decir.

_

La gente avanza y sus oídos enmudecen,
con estresante mirada buscan no ver.
Al parecer sus corazones se entristecen
al ver un niño jugando por doquier.

_

Camina un letrero llevando esperanza
de que pare la lluvia o vuelva a llover.
¿Quién sabe si en su pecho arda la angustia,
de que su hijo lo vea cómo héroe o como alguien cruel?

_

Voy por las calles manejando un poco mi vida
y dos lámparas que cuelgan me hacen pensar,
reviso un semáforo y encuentro propina
y un «Dios le bendiga» se oye al acelerar.

_

Una voz me dice, ¡No mires! ¡Camina!
Y otra también exclama ¡Por qué no se van!
Y mi alma que no habla, solo mira,
al niño que juega jugando a jugar.

_

¿Serán de verdad esos ojos que me miran?
¿O es solo un viento que viene y va?
y veo un océano que lleva un madero
a veces al borde de la orilla
y otras veces al fondo del mar…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS