Es un momento difícil. Hay mucho dolor, tristeza, decepción e incertidumbre. Estoy lidiando con mucha frustración. Sé que en otro momento de mi vida todo esto sería suficiente para no pararme de la cama, hay días en que me invade esa sensación, pero no le doy suficiente vida, hoy estoy de pie, un paso a la vez. Aferrándome a cada detalle que merezca una sonrisa, a cada espacio en el que pueda sentirme mejor, a cada oportunidad de valorar todo lo que sí tengo, todo eso me permite continuar conservando la esperanza de que todo va a pasar.
A veces mi mente me juega en contra, el otro día hizo un recuento de todo lo que he enfrentado en los últimos años, en cómo nada de lo que había querido ha salido como me hubiera gustado. Una sensación de fracaso empezó a crecer desde mi pecho hasta cada espacio de mi piel. Me detuve. Si todo eso ha pasado entonces, ¿Cuántas batallas han sido ganadas? Es cierto, no eran las esperadas, pero si tuviéramos todo previsto ¿no nos daría eso una ventaja tramposa? Y bueno a pesar de todo he podido, sigo aquí, aún… No he perdido mi capacidad de creer que es posible un futuro mejor y esa está siendo mi más grande victoria.
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