No sé cómo lo haces.!!

No sé cómo lo haces.!!

ESTEFANYA PARRA

01/05/2023

No tenía el mejor atuendo, de hecho el simple hecho de tener ropa me hacía sentir seguro de salir a la calle y recorrer unos cuantos kilómetros.

La lluvia era algo leve, no me importó. Pronto se formarían unos cuantos charcos. Salir y disfrutar de la lluvia mientras las gotas corrían por mi rostro era algo así como una adicción inexplicable.

Pase todo un fin de semana descargando la música que más me gustaba. Casual, así me aventure a la avenida del lugar donde vivía. 

El amor, no sabía cómo definirlo. Tenía miedo de volver a enamorarme. Había pasado demasiado tiempo creyendo que no podría volver a ser yo.

Lo digo así porque es posible comportarse de cierta manera con quién se comparte, pero ser uno mismo, no, eso sí que sucede solo con quien es capaz de darte la libertad para reír, llorar, correr, comer, bailar, amar, e incluso disgustarse de la única manera en la que se puede. Allí donde uno es auténtico y ningún plagio de alguien más. 

No esperaba nada al salir y mucho menos en la noche. Mis auriculares y la música me hacían estar físicamente en la acera de la avenida, pero mentalmente estaba en un concierto de mis cantantes preferidos. En algunos charcos salté y con otros empapé mis zapatillas. 

Asi casi terminaba mi recorrido. Me había prometido no volver a llorar por recuerdos que no favorecieran mis sentimientos. Estaba solo, eso era cierto. No tenía la necesidad de encontrar a alguien más, pero tú no sabías de mis planes.

Aquella noche bestias una chaqueta roja, sería imposible olvidarlo. Tu cabello estaba mojado y al detenerte en la acera a la que cruzaría la luz del poste alumbró tu existencia.

Confieso que pudiste haber sido alguien más del montón de personas, pero solo éramos tu y yo. Y tú, tú tenías unos ojos encantadores y yo, yo tenía que saber quién eras tú y que harías en mi vida. 

No eras quien yo esperaba, eras mucho mejor. ¿Piensas que no?, Te equivocas. Eras tú quien meses más tarde me aceleró el corazón, correr cuesta arriba en un mini concurso creado en tu imaginación me dejó sin aliento, recibir una rosa roja de ti agrando mis ojos y mi sonrisa coqueta no tardó en salir. 

Al enfermarme aprendí que no estaba solo, pues tú me enseñaste que a veces el pinchón de una inyección no lastima, al contrario, cura. 

Y así, así empecé a enamorarme de ti con cada locura y chistes sin sentido que compartimos. No tengo la fórmula para enamorarte cada día. Pero miramos aquí, el primer día para mí será cuando te mire bajo la lluvia y el último, a ese lo reservare para el último de mis días.

29/08/AE…!!! No sé cómo lo haces, pero me gusta la vida contigo.

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