Fanatismo de sangre cubre oriente
Arden sacros lugares, fieras lumbres
Temor qué dan las arcaicas costumbres
del afán religioso, el mal es cliente.
Falaz creyente, seca está mi fuente
Lleno está el corazón de incertidumbres
Solo extraño sus pechos como cumbres
dónde al encuentro va mi fe sonriente
En mis creencias el temor se graba
su sexo como oasis en desierto
en cruel batalla, tanto lo anhelaba.
Por ruin vileza, nuestro amor fué tuerto
su sonrisa de media luna amaba
cómo la cruz de un nazareno muerto.
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