He decidido ponerme en venta, creo que sería una buena idea.
Llevo tiempo sintiéndome sola, profundamente sola, es una sensación tan desgarradora que no se la deseo a alguien. Me levanto con una triste sensación de vacío en el cuerpo, y me acuesto con esa misma sensación multiplicada. Ahogo mis sentimientos en café y azúcares, ¡qué placeres los dulces! como las caricias que hace tiempo no me dan. Cuando llega la noche, extraño todo, desde las conversaciones más íntimas, hasta la pasión desmedida que me acompañaba en otros tiempos.
A todas estas, siempre hay gente optimista con frases preconcebidas, lo típico: «ya llegará», «todo pasa por algo», «ten paciencia», «algo bueno debe pasarte». Estoy harta, hartísima de todos esos comentarios inútiles de postal.
En fin, he decidido ponerme en venta, alomejor como producto sufro menos. Toda esta idea surgió de un documental que vi hace poco, se llamaba «Mercado de Novias», y era sobre una costumbre antiquísima de una comunidad de gitanos en Europa. Como bien dice el nombre, los padres venden a sus hijas, y lo peor de todo, es que lo ven normal. Claro, las mujeres son jóvenes, bellas, y siempre buscan al mejor postor, o sea, al hombre que pueda ofrecer una buena estabilidad económica.
Pues, yo no busco tanto, ni siquiera me pongo un precio alto, incluso bajo negociación puedo ser totalmente gratis. Solo pido una cosa, una sencilla y humilde cosa: Amor.
No seré un producto de decoración, puedo ayudar en la casa, también soy buena escuchando y dando consejos, me gusta aprender y enseñar cosas nuevas. Si te hace falta una idea yo te la puedo dar, aunque sea tan o más loca que esta. Puedo hacer que tus días sean mejores y los míos también.
Mmmm.
Ahora que lo pienso, creo que no es tan buena idea, mi comprador puede dejarme abandonada y tirada en un rincón, no me podría ir, soy su mercancía. Además, pierdo mis derechos, alomejor solo recibo cariño los primeros días, hasta quedar harto y aburrido de mí. Puede ser, que ni siquiera de esa forma, alguien me llegue a querer.
Ahora que lo pienso…no sé.
………………
-María, ¿en qué piensas? tienes trabajo.
-Sí señor.
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