Una mirada y nada más
Eso bastó para enamorarme una vez más
Jamás sentí nada igual
En la profundidad de tus ojos perdí mí vida normal
Ya no había vuelta atrás
El café de la mañana ya no sabía igual
Ahora tenían marcado tus ojos marrones
Y esa sonrisa que no vi en otro lugar
Perenne Crepúsculo
Que no tendrá punto final
Está historia acaba de comenzar
Y confieso con palabras mí realidad
Que no alcanzan para expresar
Las emociones que me provoca tu mirar
Me presenté como era, y me amaste sin dudar
Mis manos por fin encontraron su par
Mí corazón su otra mitad.
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