Entonces dijo lo último que tenía por decir:

—Pensar que pensarte es lo último que me queda es un pensamiento muy triste.

Dicho esto, y antes de que él pudiera responderle, se sacó de la cabeza los pensamientos donde aparecía y los puso en un frasco. La idea era dárselos, pero una vez fuera de su memoria no vio el sentido, así que los arrojó en el camino dejando que el frasco de vidrio se desquebrajara. Su contenido salpicó todo alrededor.

Fue entonces y sólo entonces cuando él comprendió lo mucho que le amaba. Porque entre los pensamientos desparramados vio como se arrastraban besos no dados y charlas nunca empezadas. Trataban de huir de las mentiras, de los nopasanada que volaban y trataban de poner sus afiladas garras sobre ellos. Y los añoró y quiso salvarlos, pero eran demasiados

Los buenos momentos, grandes y musculosos, luchaban contra los reproches y las emocionesofocadas que con sus azules manos muertas los arañaban. Luchaban fuertes, pero las emocionesofocadas atacaban en hordas y eran muchas; el tiempo que pasó era insignificante, pero seguía pariendo inseguridades que devoraban las memorias y lo que pudo ser. ¿De quién eran hijas? ¿Él también era su progenitor?

Vio el sufrimiento corriendo por la calle atormentando al poco amor que quedaba entre los dos. El cariño mutuo, despellejado, se arrastró por el suelo, llorando hasta que lo encontró un grupo de nopasanada y lo devoró.

Quiso detenerle, que no se fuera. No le oyó, pues una vez que lo sacó de su pensamiento dejó de sufrir, pero también eliminó su existencia y fue invisible a su vista.


Hace poco empecé a interesarme en el surrealismo, así que si gustan comentar algo al respecto puede resultarme muy útil. Toda critica o pensamiento son bienvenidos.

También si te gusta mi trabajo te recuerdo que en mi blog soy un poco más activo :3
 

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