Tras unos dos largos años de pandemia sin poder verte creí que todos mis sentimientos asignados hacia ti se habían desvanecido, que por fin los había logrado neutralizar, ahora me doy cuenta lo muy equivocado que estaba.
Tres semanas atrás me enteré que tu también formarías parte de la misma ceremonia de final de estudios, es curioso que en la inmensidad de la universidad solo nos hayamos encontrado un par de veces si de cursos hablamos, ocasionalmente coincidíamos en alguno que otro pasillo trasladándonos de un curso a otro concentrados en cada respectivo universo de inquietudes.
No obstante cada encuentro por muy efímero que parezca cuan significativo resultó ser para que mi corazón pudiera seguir latiendo motivado y movido por ti, aquellos días que ahora me resultan lejanos de imaginar y que se ahora se nublan embargados por la melancolía, pierde importancia este martirio porque después de tanto te he vuelto a encontrar.
Cada paso, cada recorrido no son inútiles, suceden por algo, llámalo como quieras: casualidad, coincidencia o destino, lo cierto es que nuestros caminos se han vuelto a cruzar para contemplarnos al menos una vez más, yo me encontraba pasmado, inquieto ante la desesperación de arruinar este bello momento pero simplemente deje que sucediera.
Me había creado una infinidad de posibilidades y como era de esperarse no atine a ninguna de ellas, sucedió tan aleatoriamente que no supe como actuar mas que darte un tibio, por no decir frio saludo, me dijiste que nos veríamos después, tal vez ya no contaría con ello.
Al momento de la ceremonia nos encontrábamos separados, yo en el lado A mientras que tu al opuesto, la incertidumbre de que no nos volviéramos a ver me estaba aniquilando, conociéndome tan inseguro como soy yo no seria quien crearía un nuevo acercamiento, los minutos pasaban y se repetía en mi mente la frase que en toda mi vida me ha acompañado: «Tan cerca y Tan lejos»
En el instante del brindis me ubicaba a un lado acompañado de mis familiares, poco o nada me interesaban los halagos, el hecho de que por fin seria alguien en la vida pero también sentía que mi vida sin tu presencia igual estaría vacía, yo me sentía intranquilo tratando de buscarte toda la noche y no se si será porque soy bien distraído o tu desapareces de mi lado cuando mas quiero encontrarte, lo cierto y como paso la primera vez de nuestro tan preciado acercamiento fuiste tu quien me encontró otra vez cuando yo era incapaz de hacerlo.
Dicen que cuando ves al amor de tu vida el tiempo se ralentiza, eso es algo que pude comprobar mientras te aproximabas cada vez mas cerca hasta encontrarte a ligeros centímetros de mi, te veías increíblemente radiante con tu cabello laceado, tu vestido verde que me daba esperanza, el birrete que simbolizaba el final de nuestras carreras y como poder olvidar esa picara sonrisa acompañada de ese peculiar brillo en tus ojos que no acostumbraba ver pero que ahora estaban enfocados en mi y se que por seguro los míos te correspondían igual aunque sea por un breve segundo de tiempo decíamos al universo que nos pertenecíamos.
Te di un sincero abrazo como muestra de mis felicitaciones pero también como agradecimiento por todo lo que habías hecho en estos largos años de carrera, tu habías podido lograr que la universidad sea mas llevadera y por ende mas maravillosa para este pobre ser socialmente torpe, tenerte a ti en mi vida fue una autentica bendición, me encanta expresar todas estas emociones que provocas en mi aunque sea por este bello arte de la escritura añorando que algún día puedas leerme también.
Prosiguiendo con el relato no sabría como expresar en palabras todo lo que solamente ella puede provocar en mi, literalmente puede crear un caos inmediato en mi corazón con solo verla por mas sereno que quiere mostrarme, tras este largo tiempo sin sus rastros me di cuenta que mis sentimientos por ella no estaban erradicados, tan solo estaban dormidos a la espera de su presencia, acto seguido de nuestro dulce encuentro la presenté a mi familia quienes aprobaron su cercanía, tenemos tantas cosas en común que fue difícil imaginar formas de hacerles saber quien era ella mas que tan solo una amiga,
Congeniamos bastante bien y lo demostramos el uno al otro con esas miradas picaras que solo les pertenecen a dos amantes pero que el destino preserva ante el desconocimiento del resto pero se que en el fondo sientes mucho por mi, las imágenes no mienten y pude notarlo en la foto que nos tomamos juntos representando el final de nuestra carrera y quien sabe… tal vez el inicio de nuestro amor.
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